Por Jaime Azrad (@_azrad)

Por segunda vez, recibimos una película dirigida por Tom Hanks (llamémosla una segunda oportunidad, después de Eso que tú haces, en 1996).

El dos veces ganador del Oscar ha intentado ser multifacético en el cine; su carrera como actor empezó en 1980, y despegó hasta la cima de la industria hollywoodense en los 90. Como productor ha tenido varios éxitos como Náufrago (2000) y Casarse está en griego (2002).

Su desempeño como director es otro cuento. A veces los grandes de Hollywood intentan abarcar varias áreas, y el que mucho abarca… (bueno, ya sabes). Intentando demostrar un proceso de desarrollo y madurez de su trabajo, Tom Hanks no logra propuestas de dirección interesantes y El amor llama dos veces es la evidencia.

La cinta cuenta la historia de Larry Crowne (Tom Hanks), un hombre maduro y divorciado que es despedido por no contar con estudios universitarios. Después de un corto duelo, Crowne decide entrar a la universidad y comenzar así la experiencia que dará un giro a su vida y que, entre jóvenes estudiantes, lo llevará a conocer a la profesora Mercedes Tainot (Julia Roberts).

La historia también fue escrita por Hanks, junto con Nia Vardalos, la protagonista de Casarse está en griego (que últimamente ha intentado darle al clavo de nuevo, pero nada…). Este trabajo conjunto sólo logra demostrar que no cualquiera puede escribir. La película no logra ‘cuajar’ del todo, es una comedia un tanto superficial con personajes pobres, aunque hay frescura en los personajes jóvenes que acompañan a Hanks en la universidad y muestra un lado diferente del ambiente universitario, bien por eso.

Hablando de personajes, Julia Roberts hace el papel de una maestra agotada, resignada a la mediocridad de sus alumnos y a la decadencia de su matrimonio, y lo hace bastante bien, es sólo que la expectativa de ver a Roberts en la pantalla siempre se reduce a una gran sonrisa, y a situaciones divertidas que, en El amor llama dos veces no llegan. Si buscas las típicas carcajadas de la actriz, ésta no es la película correcta.

Larry Crowne, por su parte, tiene un toque de los personajes anteriores que Tom Hanks ha caracterizado. Podríamos llamarle una mezcla de algunos de ellos, incluso se le podría percibir un muy leve toque de la esencia un tanto tonta de Forrest Gump (1994). La interpretación es buena, pero el personaje no gusta al público, se percibe lento y con una inseguridad poco funcional.

El amor llama dos veces es una comedia romántica construida para adultos. Tiene un mensaje de renovación ante la ‘segunda juventud’ de los 40 y ante las posibilidades de enamorarse de nuevo; motiva a dicho público a renunciar a la resignación laboral y sentimental. Sin duda, la película llegará con más fuerza al público adulto. Esta ‘crisis de la mediana edad’ es recomendable para pasar un rato sin sorpresas ni complicaciones, y entretenerse. Nada más.