Soy de la generación que nunca vio a Darth Vader en el cine, sino en VHS o en la tele. Soy de la generación que creció con juguetes de plástico con tecnología paupérrima. Soy de la generación que tuvo que hacer largas filas entre fanáticos disfrazados, para ver el Episodio I. Soy de una generación perdida, atrapada entre ambas trilogías, entre críticas, entre la Fuerza y el Lado Oscuro.

Ahora, me doy cuenta que The Clone Wars, es un capítulo aparte dirigido específicamente a una nueva generación mucho más joven que la mía.

Y me da gusto, porque lo que ocurre al inicio de la cinta es un pecado galáctico: aparece en la pantalla con fondo de estrellas, el logo de The Clone Wars y cuando esperas ver el scroll del texto y la música distintiva de John Williams ¡fum! Corte a: la música se detiene y un narrador cuenta el prólogo. Mal, chafísima.

Y los primeros minutos de esta cinta de animación nos trata como si fuéramos padawans ( o mejor dicho, niños): las bromas son poco risibles y la temática está orientada para impactar al público infantil. Además si se la aumenta la incursión de un bebe hutt y la relación llena de apodos entre Ahsoka Tano y su maestro Jedi, “Maniquí” Skywalker… pues es un combo para que tod@ chic@ menor de quince años tenga un festín visual.

Pero… pero, algo tiene Star Wars, que a pesar de que cada episodio tenga unas fallas infinitas, siempre nos envuelve (¿será La Fuerza?) y nos enboba. Sí, claro, podremos destrozar esta saga y luego caer en la cuenta de que traemos un chip insertado en nuestro cerebro que invariablemente nos obliga a no sólo hablar de ella, sino a disfrutar sus detalles.

Y The Clone Wars es un ejemplo perfecto. La historia se centra en el rescate del hijo de Jabba, secuestrado por el Conde Dooku.

Sí, es infantil y cursi —digo, los VI capítulos han sido así, para qué nos sorprendemos—, y una vez que hayas superado el trauma del ya mencionado inicio; sólo daré tres consejos:

a) Más que consejo, advertencia: la animación no es lo mejor del mundo, es más los rostros de los personajes se ven cuadrados (excepto el de Padme, que incluso como una chica de CGI, se ve bastante guapetona). Pero, esto pasa a segundo término cuando te das cuenta que todo lo que no se invirtió en diseño “pixariano” de los personajes, fue metido en los F/X de las secuencias bélicas. De verdad, las batallas son lo mejor de la cinta.

b) No odies a Ahsoka, ni su habilidad para combatir despiadadamente aunque tenga algunas horas de haberse convertido en Padawan. Sí, el personaje es un tanto irritante (no tanto como Jar Jar Binks), sobretodo la forma en que usa el sable láser. Pero se agradece ver a una Jedi femenina. Además seguro servirá de inspiración para miles de chiquilla que querrán identificarse con ella.

c) Ziro The Hutt: el familiar de Jabba. Este personaje (para no revelar el sexo, ejem, ejem), se lleva la cinta. Su acento sureño-Capotesco y su gracia monstruosa, son lo más divertido. Punto.