Dos peculiares buscavidas viajan por Latinoamérica: Orsini, un empresario pícaro, cínico e ingenioso, que se autodenomina “Príncipe”; y su representado, Jacob van Oppen, un forzudo, envejecido, alcohólico e incontrolable ex campeón Mundial de Lucha Libre, a quien su manager sólo consigue apaciguar al arrullo de Lili Marlene.

Buscando mantener viva la épica que un día les unió se embarcan en una larga e interminable gira de exhibiciones por perdidos pueblos, tras la cual Orsini –asegura con convicción- el campeón reconquistará su titulo. Al llegar a Santa María, buscando atraer la curiosidad del pueblo, el manager hace público un desafío por este inaudito espectáculo: 1000 dólares a quien sea capaz de resistir tres minutos en el ring con el campeón. Los acontecimientos toman un rumbo inesperado cuando una ambiciosa y pequeña muchacha empuja a su novio –un almacenero joven y gigante apodado “el Turco” por su largo bigote- a aceptar el desafío.


LO QUE NOS GUSTÓ

Personajes: en verdad son pintorescos. Como de una caricatura. Los tres principales, Príncipe, es un dandy verborreica que recuerda a los estafadores de las cintas de antaño; Jacob el luchador en decadencia, es como una versión europea de Mickey Rourke (ojo, no comparo la actuación, sino los anhelos profesionales de los personajes) y La Chiquilla, es una femme fatale de provicina y muy, muy abusadora. Como de telenovela chafa.

Tensión: Aplausos. La música, los movimientos de cámara, iluminación tenue y las actuaciones logran que el climax de la cinta (la lucha entre “El Turco” vs Jacob), sea una escena llena de tensión, que te pega en el estómago. Es una mezcla entre dolor, expectativa y nostalgia. Cuando termina, recuperas la respiración.

Fotografía: Espectacular. Retrata la campiña uruguaya como una pintura de Bob Ross: la naturaleza toma vida propia y las personas son como accidentes visuales. También el teatro donde se confrontan los luchadores tiene estética vintage.

LO QUE NO

Ritmo: tarda mucho en arrancar la trama. Los personajes se presentan muy lentamente, es decir, el director se enfoca demasiado en genera tensión, parece que la vida en los primeros minutos de la cinta, es un mero espejismo.