El director Mak CK habla sobre su trabajo en The worlds most fashionable prison, un documental sobre la atípica relación entre los reclusos de New Bilibid, una prisión de máxima seguridad en Filipinas, y el joven y extravagante diseñador de moda Puey Quinones, quien los visita cada semana para enseñarles cómo coser, trabajar con telas y convertir sus ideas en vestidos.

Mañana podrás ver de manera gratuita esta película en Cine Tonalá. La proyección cuenta sólo con subtítulos en inglés.

¿Por qué decidiste hacer este documental?
Un amigo mío se enteró en las noticias del trabajo del diseñador Puey Quinone con prisiones y me lo compartió. La semana siguiente, conocí a unos filipinos en una cena y uno de ellos resultó ser el mejor amigo de Puey. Así que diría que la idea del documental y yo nos encontramos mutuamente.

¿Cómo fue la experiencia de hacer un documental dentro de la prisión de máxima seguridad más grande de Filipinas?
Fue surreal cuando comenzamos a filmar, y esa sensación nunca desapareció a lo largo de todo el rodaje. Estábamos haciendo un documental donde el ambiente se sentía más como un ghetto que como una prisión. 12,000 presos rondaban libremente el edificio a lo largo del día.

Formé verdaderas amistades con nuestros personajes y al final de cada día, el crew podía dejar el confinamiento y volver a la cotidianidad. Por otra parte, los reclusos debían quedarse y repetir la misma monotonía con la que habían estado viviendo alrededor de una década. Nunca me acostumbré a las despedidas en la puerta.

¿Fue difícil filmar dentro de la prisión?
Asegurar la acreditación para filmar en la prisión tomó muchos meses. Hastael primer día de la filmación,cuando nos presentamos en la puerta de la prisión, con todo el papeleo en manos, casi nos rechazan. En retrospectiva, muchas estrellas se alinearon a nuestro favor para que pudiéramos filmar la película completa.

¿Cuál es la experiencia más memorable durante la filmación?
La película fue filmada cronológicamente, siguiendo el concurso de moda de principio a fin. La escena final de la pasarela, del penúltimo día, fue tan emocionante para mí como para los reclusos que habían trabajado a lo largo de un mes en sus colecciones.

Estaba lleno de orgullo al ver sus hermosos trabajos desfilar en la pasarela. Estaba tan emocionado de haber logrado llegar al final del rodaje, después de superar muchos desafíos, pero también, bastante triste pues mi tiempo con los personajes había llegado a su fin y ellos regresarían a la monotonía de sus sentencias después de tal ajetreo.

¿Vas a ir?