“De Gravedad aprendí a quitarme el prejuicio de distinguir entre cine de entretenimiento y cine de arte. El cine es cine. Hay alguno muy profundo y otro que por ser para entretener no pierde su valor fílmico. A lo mejor después de desempolvar esto ahora ya quiero hacer cosas muy pesadas y densas, pero no lo sé”. Esto respondió Alfonso Cuarón a pregunta expresa de Chilango.com en su conferencia dentro del Festival Internacional de Cine de Morelia, que comenzó hoy y en donde nos encontramos bastante hambrientos de cine. Mucho cine.

Acompañado de la directora del festival, Daniela Michel, el cineasta nos contó más sobre el proceso de producción de la cinta, que no involucró, por cierto, ninguna “visita al espacio exterior” pero sí fue complejo para los actores, sobre todo. “Toda la actuación estuvo preprogramada en medida de tiempos, marcas y posiciones. Una animación, hecha por ‘El Chivo’, dictó todo: cámaras, luces y posiciones específicas”. Así mismo, se tuvieron que usar monturas para poder llevar a los actores de un lado a otro y simular la “flotación” en el espacio.

Se sabe que para Sandra Bullock este papel fue especialmente desafiante, pero el director ahondó en el tema comentándonos que ella tuvo que hacer ejercicios muy específicos para soportar las monturas. “Se quiso salir de su zona de comodidad, quería hacer un personaje que se despegara de los que ella comúnmente hace, que se despegara de lo femenino, pero en el transcurso de la cinta ella va recuperando su feminidad”, comentó Cuarón.

“Las mejores metáforas son las que no tienen imagen concreta. La gente interpreta diferentes cosas a partir de su bagaje”.

Otro aspecto que ha llamado la atención de Gravedad es la música, la cual se derivó de un proceso particular que estuvo marcado un poco por la prueba y error, a decir del director, quien al inicio ideó hacer la película totalmente silenciosa, pero descubrió a la larga que el silencio tiende a perder impacto dramático, por lo que decidió incluir la música, o estos sonidos que parecen música. “A mí no me gustan los scores de cine”, acotó.

Los sonidos resultantes dan el impacto exacto a la línea narrativa de Gravedad, la cual fue calificada por Cuarón como “sencilla, porque es básicamente el relato de un astronauta que debe regresar del espacio, pero a la vez está llena de tensión y metáforas visuales”.

El director chilango se mostró complacido ante las diversas interpretaciones que ha tenido la película, incluso religiosas, por lo que subrayó que nada es explícito, salvo una cosa: “el tema del renacer sí es muy evidente, cuando Sandra llega del espacio, nada en una ‘sopa primordial’ como un anfibio, sale a la superficie, se coloca en ‘cuatro patas’, luego en dos pero encorvada y al final queda erguida”. Pero para Alfonso “las mejores metáforas son las que no tienen imagen concreta. La gente interpreta diferentes cosas a partir de su bagaje”.

No es ciencia ficción

En la Biblioteca Pública de la ciudad de Morelia, Alfonso Cuarón aclaró que Gravedad no es una película de ciencia ficción, ya que refleja tecnología actual y situaciones de peligro reales a las que los astronautas están expuestos, “pero si la gente la quiere clasificar dentro de este género, o encontrarle implicaciones religiosas, está bien, no tengo problema con eso. No me he clavado en géneros a lo largo de mi carrera”.

Para finalizar su intervención, Cuarón nos confirmó que ya trabaja en un programa de TV con JJ Abrams y nos dio un consejo: “al inicio de la película, donde se ve a la Tierra, fíjense bien porque sale México, incluso se ve el Lago de Chapala, por lo que Morelia tiene un lugar muy importante”.

También nos pidió que no lo juzguemos demasiado porque cometió el error de poner el norte en el sur y viceversa, pero ese detalle es sólo para muy clavados, ¿no? Otra razón más para volver a ver Gravedad.