Llegó 2015, el año prometido por Robert Zemeckis en la película Volver al Futuro 2, para el viaje en el tiempo del Doc Brown. La película se filmó en 1989, aunque estaba situada en 1985, y el director imaginó una serie de situaciones cuya mayoría suenan francamente ridículas, aunque en muchas otras le atinó.
No creemos que este año alguien vaya a ponerse una corbata doble como se ve en la película (aunque algún loco seguramente las usará) y estamos muy lejos de tener un condensador de flujo en el auto. Pero por ahí ya hay prototipos de patinetas voladoras ¡viva!
Dejaremos de lado cosas como el equipo de beisbol de Florida o la mujer presidente que se ve en la cinta. Nos centraremos en cosas que ya tenemos en Chilangolandia y que nos hacen pensar que Zemeckis no estaba tan equivocado. Afortunadamente no tuvimos que sacar nuestra credencial del Videocentro para ver la película en formato Betamax ni tuvimos que chutarnos la trilogía del canal 5 ¿te acuerdas de lo futurista que se veía esta película en ese año? ¡Qué recuerdos!
La nostalgia ochentera: más o menos
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Con la película Guardianes de la Galaxia se puso de moda traer un walkman, aunque sólo los hipsters (o los muy nerds) lo traen colgado del cinturón. La nostalgia ochentera se vive todos los días en la Ciudad de México, sobre todo porque hay gente que todavía usa los pantalones Topeka de ese entonces o tienen en su casa una tele Telefunken. Nosotros no somos retro, somos pobres ¡ja!
Tabletas: sí
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Cuando Marty McFly llega a 2015 le enseñan una propaganda en algo muy parecido a una tablet. Nadie pensaba que hoy íbamos a tener tablets por menos de 1500 pesos (eso sí, muy chafitas) o que podías ver anuncios animados en la palma de tu mano.
Autos voladores: no
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¿Los microbuses de Chimalhuacán cuentan?
Juegos que no necesitan manos: más o menos
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Marty hace gala de sus habilidades como pistolero en una maquinita dentro de la cafetería. Los niños de la escena se burlan de él porque usa las manos; hoy tenemos Kinect en nuestras casas (sería lo más cercano) y videojuegos de bailongo.
Videoconferencias: sí
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El viejo McFly tiene una videoconferencia en la sala de su casa, en una gran pantalla empotrada en la pared. Ahí fueron dos aciertos: recordemos que las pantallas de ese tiempo tenían un cinescopio que ocupaba media sala y hoy tenemos videoconferencias por Skype. Punto para Zemeckis.
Ropa que se ajusta: no
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Nadie necesita chamarras que se ajusten al cuerpo cuando las mamás chilangas se las arreglan con un hilo y dos seguritos.
Anuncios holográficos: más o menos
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El anuncio de Tiburón 19 que sale del cine y que casi se come a Marty es una payasada. En cambio nuetra ciudad ha sido invadida de unos años para acá con pantallas enormes, espectaculares luminosos que dejan ciega a la gente y parabuses con video. Tiburón no llegó a su edición 19, pero para allá va Star Wars.
Enajenamiento con los gadgets: sí
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Tristemente, en la escena de Volver al Futuro 2 están los hijos viendo las pantallas de su dispositivo (y se ve una cosa muy parecida al Oculus Rift). Hoy es casi imposible dejar el celular en la mesa cuando andas en una comida o echar un jueguito en lo que sirven los tamales. Ni modo, le atinó.
Clínicas de rejuvenecimiento: no
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Las clínicas que prometen dejarte más joven resultan un fraude. Si no nos creen, pregúntenle a Lyn May ¿alguien dijo botox?
Drones captando las noticias: más o menos
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En 2014, se popularizó el uso de drones para grabar las marchas o partidos de futbol. Todavía no hay un noticiero que mande estas pequeñas naves voladoras para transmitir en directo, pero podemos asegurar que en unos dos años veremos volando drones cada vez que haya un evento importante. Acuérdense de nosotros.
Mini binoculares: sí
Bino
Los binoculares en los 80 eran pesados y aún así había quien se los cargaba al cuello para ir a los toros. En la película el Doc saca unos muy pequeños que hacen un acercamiento tipo digital; hasta en el celular lo puedes hacer hoy en día.
Meseros digitales: no
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Afortunadamente no hay pantallas de televisión con la cara de Michael Jackson atendiéndote, preferimos el trato personal y tener a quién pedirle un limoncito o salsa de la que pica.
Hay otras cosas que falta poco tiempo para poder ver: pagos que se hagan con tu huella digital (el iPhone 6 va para allá) o la popularización de los autos híbridos ¡ya mero llegamos al futuro, chilangos!