La historia tratata sob tres mujeres jóvenes de la clase popular que viven, sufren y se divierten en Ciudad Juárez y sus inmediaciones. Ellas son Chuya, Cata y La Güera.

De modo alternativo, similar a como se cuentan las historias en el

libro original, cada una de “las morritas” son espiadas por la lente narrativa.

Son chicas semejantes entre sí por su origen y su condición, aunque cada una

tiene su entorno propio, su familia, su personalidad. En secuencias

verosímiles, verdaderas como un documento antropológico, las veremos

encontrarse y amistarse en un presente que se repite como una obsesión bajo

el ruido y la música de un cabaret, de rompe y rasga, de la ciudad fronteriza.

La historia triangular trata de ser conmovedora pero es también, por

fuerza: trágica, humorística, festiva, dolorosa. Relata los momentos cruciales

del primer amor, el primer encuentro sexual, el primer embarazo, la primera

decepción. Un esquema de crecimiento que sirve para mostrar con crudeza y

compasión ese mundo de las jóvenes que trabajan y sueñan, que crecen y

maduran. Las tres protagonistas, Chuya, Cata y La Güera, pertenecen al

universo de las “muertas de Juárez”, pero la tragedia de éstas apenas las roza.

Son sobrevivientes de una realidad sórdida, por momentos divertida, vital siempre.