Por Ira Franco

Unos cuantos días antes de las elecciones federales del 2012, el director Carlos Bolado estrena su películaColosio: El asesinato, que pone en evidencia la impunidad y corrupción que envolvió al mayor crimen de estado de la memoria reciente de este país. Relevante como pocas cintas del verano.

Esta cinta estábasada en la investigación hecha por la fiscalía especial formada para esclarecer el asesinato del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, a la presidencia de México en marzo de 1994, durante un mitin en la colonia popular Lomas Taurinas, en Tijuana.

Para narrarla, el director Carlos Bolado, combina personajes de ficción y reales, tal es el caso de Andrés (JoséMaría Yaspik) el comisionado para llevar la investigación secreta en paralelo a la oficial. La trama avanza cuando otro agente, el Gordo, recibe la orden de eliminar a todos los testigos y desaparecer las evidencias. Conforme Andrés se acerca a la verdad, también pone en peligro su vida y la de su familia. El reconocido director de Baja California, Bolado, llena algunos huecos de la realidad con personajes de ficción para contar un suceso histórico que despertarápreguntas en los sean que sean demasiado jóvenes para recordarlo, pero también en aquellos que lo vivieron pero prefieren olvidar.

¿Saldremos de la película con una hipótesis de quién mató a Colosio?

El director nos lo respondió: No podemos acusar porque no tenemos pruebas, de lo contrario iríamos directamente al ministerio público, pero al ver la película la gente se dará cuenta de que hubo muchos intereses para borrar pruebas, pruebas y personas que se borraron del lugar del crimen. Cuando la fiscalía realizó la investigación en que basamos esta versión del guión ya había 15 personas asesinadas de los que estaban aquella tarde en Lomas Taurinas y se los fueron adjudicando al narco. Nosotros simplemente apuntamos a que fue un crimen de estado, que en esa época el Estado y el partido eran lo mismo, igual que el sistema electoral.

En síntesis: Una cinta que retrata la cortina de humo que se impone en crímenes de estado, la manipulación de pruebas y la falta de transparencia que es una costumbre en México.