Por Alejandro Alemán

Esta es la historia de un individuo

que se casó para guardar las apariencias, tuvo dos hijos, y después

decidió salir del clóset para asumir finalmente con orgullo su

homosexualidad.

No, no se espanten, esto no es la

biopic del recientemente desclosetado Ricky Martin. Se trata

de una comedia de manufactura española llamada originalmente Fuera

de Carta y que aquí por alguna extraña decisión de mercadotecnia

la rebautizaron como Chef a la Carta.

En esta cinta, Maxi (Javier Cámara)

es un Chef de prestigio, dueño de su propio restaurante de comida

gourmet

el cual cuenta con bastante éxito. Maxi, además, es un hombre que

vive su homosexualidad sin complejos, aunque esto no siempre fue así

ya que cuenta con dos hijos producto de un matrimonio "pantalla"

que sostenía anteriormente.

La vida de Maxi tomaráun giro

inesperado cuando, ante el fallecimiento de su antigua esposa, tenga

que hacerse cargo de sus hijos, una niña de 10 años de edad y un

adolescente

de 15. A esto habrá que agregarle la llegada de un nuevo vecino en

el piso de Maxi, un joven y atractivo ex futbolista.

De eso va "Fuera de Carta", opera

prima de Nacho García Velilla que opta completamente por la vía de

la comedia costumbrista con ligeros tintes de drama (la relación de

Maxi con sus hijos). Más que una cinta, esta pieza se siente como una

colección de gags en los que tanto el director como su protagónico,

no pueden eludir nunca la sensación de que estamos viendo una sitcom

televisiva.

No es de sorprenderse ya que ambos,

director y protagónico, tienen una carrera hecha en la televisión,

concretamente en la exitosa serie española 7 vidas, donde Javier

Cámara encontró gran popularidad.

Si algún atractivo debemos encontrarle

a esta cinta es justamente la interpretación que de Maxi hace Javier

Cámara, mismo que resulta convincente incluso dentro de sus excesos

en los manierismos y poses que resultan por momentos en un cliché de

un homosexual. Cámara cuenta con una nominación a los Goyas por su

actuación en esta cinta.

Pero fuera de ello, el humor de esta

película es muy básico; con una edición que pareciera va contrarreloj,

como si el director no se hubiese enterado que ya no está delimitado

por los tiempos de la televisión. Vamos, alguien le debió de decir

a todos los involucrados que se trataba de hacer cine y no tv.