Por Juan Carlos Villanueva

La secuela de Aviones tiene un objetivo más profundo y menos trivial que sólo poner avioncitos parlantes a competir en una carrera de destreza y habilidad. En esta ocasión, los DisneyToon Studios crearon una película que lidia con la lucha ante las propias adversidades de los personajes, las segundas oportunidades y, sobre todo, documenta y enaltece el oficio de los bomberos forestales.

Fuego y rescate es una historia llena de sentido del humor, con caricaturescas situaciones y un afilado sentido del suspenso y la acción, sin embargo, Dusty Crophopper (nuestro avión fumigador en el rol principal) personifica la aceptación al cambio y la fragilidad de la vida.

Esta película de Disney es lo más cercano a un documental sobre la tarea diaria del equipo de salvamento forestal llevada a un plano de animación para toda la familia. Para su realización, el director Roberts Gannaway y su equipo de cineastas realizaron una investigación a fondo acerca de los bomberos y su preparación; se internaron en campamentos y vivieron de cerca situaciones de peligro con tal de recrearlas en sentido hiperrealista en Fuego y rescate. Una de las mejores apuestas de Disney por crear conciencia y sensibilidad en su público, el infantil.