Por Carlos Arias

El atraco ha sido un éxito, pero cuando los protagonistas escapan con el dinero todo empieza a salir mal. Esta premisa argumental, que para muchas películas es el final de la historia, representa apenas el comienzo de Atrapados (Deadfall, 2012).

Estamos ante una interesante cinta de “suspenso psicológico”, en torno a dos hermanos asaltantes, un hombre y una mujer, que después de un golpe exitoso sufren un accidente de auto cuando están cerca de cruzar la frontera con Canadá. Ambos deben separarse para huir a pie, cada uno por su lado bajo una tormenta de nieve, mientras son acosados por la policía.

El hombre, Addison (Eric Bana), huye a punta de pistola y asesinatos, mientras que la mujer Liza (Olivia Wilde) utiliza su astucia y sus artes de “mujer fatal” para escapar de la ley.Ambos se encontrarán nuevamente en la casa de los lugareños Chet y June (Kris Kristofferson y Sissy Spacek), cuyo hijo Jay (Charlie Hunnam) es un ex boxeador también en problemas con la policía, a quien Liza seduce para encontrar refugio.

Dirige el austriaco Stefan Ruzowitzky, ganador en 2008 del Oscar a mejor película extranjera por Los falsificadores (2007), una cinta que contaba la historia de la falsificación de dinero por parte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Esta vez, Ruzowitzky entra de lleno en el cine de suspenso, con fuertes elementos de cine negro, en torno a personajes desesperados que viven horas de angustia huyendo de la ley, como epílogo de sus vidas desperdiciadas, marcadas por traumas y fracasos.

El argumento remite a películas de Bogart de los años 40, cuando el protagonista, un gángster fugitivo, tomaba rehenes o escapaba a las montañas mientras se organizaba una cacería en torno a él (High Sierra /Su último refugio, 1941).

El asunto central de Atrapados no es la persecución policíaca, a pesar de que por ahí ronda una chica policía, agente de la oficina del sheriff del condado (Kate Mara), sino la historia de los traumas de los hermanos fugitivos y de la familia en problemas con la cual ambos se refugian.

En el camino, se topan con montañeses en un mundo inhóspito, con una nevada que aparece como metáfora de la propia desolación de los personajes. Todos ellos están marcados por las relaciones conflictivas con sus padres, cuyas altas exigencias parecen incapaces de cumplir. Desde aquella niña en medio del bosque, sometida a un padre alcohólico, hasta los hermanos Addison y Liza, víctimas en su infancia de un padre violento.

El mismo drama vive el boxeador Jay, cuyo padre lo rechaza por no haber cumplido con sus expectativas, mientras que Jay además parece haber matado a su entrenador, después de que éste le dijo “eres un hijo para mí”. Incluso la chica policía está sometida a una relación enfermiza con su padre, el sheriff del condado, quien la rechaza por su condición de mujer.

Atrapados (que también se conoce en español como “La huida”) es un estreno algo atrasado en la cartelera local, puesto que la película salió a la luz a fines de 2012. Sin embargo se trata de una cinta que por su calidad no se puede ignorar. No estará de más aprenderse de memoria el apellido de Ruzowitzky, quien tuvo con esta película un excelente debut en el cine estadounidense. Seguro lo seguiremos escuchando.