Un largo metraje sobre un asalto donde todo pasa de forma demasiada directa, sin complicaciones - y sin despertar el menor interés.
Nimrod Antal vendría siendo como una especie de anti-M. Night Shyamalan: un director resuelto a que todo sea presentado sin ambigüedad evitando asiduamente cualquier giro en la intriga o saltos en los tiempos de narración. Si bien aquella estrategia resultó refrescante en la película de horror Vacancy (2007), en esta ocasión socava marcadamente su más reciente trabajo: Armored, una película insulsa y de poco peso que gira alrededor de un robo.
Para empezar, ¿no se supone que las películas sobre asaltos son complicadas? Esa es la propia esencia de las películas de asaltos — generalmente incorporan algún esquema brillantemente detallado que poco a poco va tomando cuerpo luciendo aspectos emocionantes e inesperados. Usted puede vislumbrar casi todo lo que necesita saber sobre esta ridículamente simple película al constatar los restringidos 88 minutos de duración de Armored, que a final de cuentas son más que suficientes.
Columbus Short encarna a Ty, un veterano distinguido con una medalla por su valor en la Guerra de Irak, actualmente empleado en un empresa de camiones blindados que no le paga lo suficiente para cubrir el pago de la hipoteca o para cubrir la manutención de su hermano menor. Cuando un grupo de sus compañeros de trabajo dirigidos por su padrino, Mike (Matt Dillon) le proponen el plan de hacer parecer que han sido asaltados para quedarse ellos con el dinero — una idea que ningún empleado con cierto nivel de educación se atrevería a considerar siquiera — Ty acepta unirse a ellos aunque con cierta renuencia.
La primera dificultad que emerge en el plan supuestamente a prueba de error es cuando Baines (Laurence Fishburne), un borracho demasiado apurado por tirar del gatillo es inexplicablemente invitado a participar en el esquema, mata a tiros un sin techo que sin querer se entera de sus andanzas. Eso resulta ser suficiente para que el bonachón Ty escoja abandonar el infructuoso asalto — obviamente colocando a los demás miembros del grupo en una difícil situación — y el tiempo restante de Armored gira alrededor de sus intentos por evadir ser capturado y advertir a la policía.
Y no alcanza ser más que eso -- no habrá virajes inesperados, ni escenas que detallen como vinieron a surgir ciertas ideas, ni regresos en el tiempo, ni intrigas secundarias. Imagínese la película Reservoir Dogs cuya historia fuese reformulada de manera completamente lineal para luego quitarle su rápido y cortante diálogo, su estilo innovador de tomas y los personajes fascinantes. De hecho lo único que Armored tiene en común con el largometraje de Tarantino es el policía con una herida de bala sangrienta en su abdomen — y hasta eso resulta decepcionante.