Andrés descubre que su abuelo Justino, a quien creía muerto desde hace mucho tiempo, vive todavía. Justino está en España y no ha sabido nada de su hija Clara, quien se marchó a México durante el régimen Franquista huyendo por las terribles consecuencias que la situación política provocó en su núcleo familiar. Este descubrimiento desencadenará un reencuentro entre padre e hija, obligando a ambos a reconciliarse con su pasado y con ellos mismos, a la vez de regalarle la oportunidad a Andrés para encontrarse con sus raíces.