Por alguna razón, ciertos productores creen que en el cine mexicano, las únicas historias que pegan son aquellas que contienen dos elementos: a) un pirruris (palabra dominguera) que odia ser rico, y b)un pirruris (palabra dominguera) que se enamora de una chica pobre. Ring, ring, señor Cierto Productor, le habla Televisora, que si le pueden devolver la idea.

Así es Amar a morir.

Una novelota.

Un junior que está en contra de todo lo que le ha dado papi, tiene una accidente en pleno Paseo de la Reforma; está un rato de la cárcel y cómo el crimen que cometió lo atormenta, decide viajar por el mundo. Así que llega a Michoacán, a una paradisiaca playa llena de hippies gringos pro-cannabis. (Qué más cool que surfear con piel bronceada), donde se enamora perdidamente de Rosa, la bella chica de la localidad. Todo bien… pues no, claro debe de haber un malo en esta novela, aquí es el narcotráfico.

Lo rescatable del film es que la producción es de un nivel hollywoodense, la fotografía es excelsa y la música nos sumerge en la historia.

Vela si quieres pasar un rato palomero y por qué no… como se dice apoyar al cine mexicano y de paso puedes echarte otras películas como:

La cinta de los Huevos y un pollo.

Cosas insignificantes

O si sigues en mood romántico, pues ya: ve Marido por accidente.