Alejandro Goyo es un chico tímido que trabaja en el turno nocturno de un supermercado, atiende una caja registradora, su vida va del trabajo a su casa, a los interminables desayunos tardíos con su hermano menor, a sus escapadas para jugar al hombre adulto y de regreso al trabajo, la vida cotidiana transcurre sin mayores contratiempos, su única afición es el absoluto control sobre la banda transportadora de mercancía del supermercado, que tal parece es una extensión de su cuerpo. La llegada de una nueva y joven empleada, cambiará su vida, lo hará probar el amor y el dolor de perderlo, pero sobre todo lo empujará a querer volar.