Chilango

Ajuste de Cuentas

Por Oswaldo Betancourt

Sylvester Stallone comenzó la saga de Rocky en 1976 y Robert De Niro hizo Toro salvaje en 1980 (donde interpreta a Jake LaMotta). Son dos películas emblemáticas de box, de hecho ambas ganaron Óscares en su momento: Rocky por Mejor director y Mejor película, y De Niro consiguió la estatuilla por Mejor actor.

Quizás por estos antecedentes se le ocurrió a los guionistas poner en el mismo ring a estos actores, la idea funciona… hace 30 años. Ajuste de cuentas definitivamente no entra en la categoría de grandes películas de este deporte.

Henry “Razor” Sharp (Stallone) y Billy “The Kid” McDonnen (De Niro) son dos boxeadores de Pittsburgh que se enfrentaron dos veces en los años 80, Kid ganó el primer encuentro, Razor el segundo y acto seguido se retiró, eliminando la posibilidad del desempate.

Después de 30 años se presenta la posibilidad de hacer la pelea, y aunque están algo oxidados, se ponen los guantes para terminar de una vez por todas con su rivalidad, no sin antes preparase físicamente y de realizar la necesaria publicidad. Sally Rose (Kim Basinger) es, además del box, quien une a estos personajes de alguna manera.

La película tenía que estar cargada de comedia, no se sostendría como un drama deportivo. Los chistes entre Kevin Hart y Alan Arkin son lo más flojo, es más gracioso el guiño al entrenamiento de Rocky, pero tampoco es que te rías todo el tiempo; la participación de Tyson y Holyfield sí te saca una sonrisa (y quisiéramos que se concretara en la realidad).

Sí, es sorprendente ver a los dos actores entrenar, pero no fue una buena elección en su carrera; lo entiendo de Stallone, no me gusta en De Niro pero ya lleva algunos años con altibajos de este tipo; de hecho para nadie del reparto se trata de un papel bueno, es chamba, sí, pero no una de la que presumes.

Cuando oyes la premisa, escuchas una propuesta atractiva (dos rivales de antaño se enfrentan una última vez), pero el resultado no es suficientemente bueno, el guion no es sólido y Peter Segal queda a deber.

Ajuste de cuentas no va a ganar ningún premio, ni siquiera un Razzi porque es medianona: entretiene pero no termina de emocionarte, aplica para pasar el rato pero no es memorable ni lo mejor que verás este año.