Justin y Ryan son viejos amigos, ambos son invitados a una fiesta de disfraces, un día mientras se disponían a salir de un bar unos tipos golpean su coche burlándose de ellos, y piensan que si estuvieran disfrazados de policías nada les sucedería pues tendrían respeto y poder. Al pasar unos días como había sido planeado llegando el día de la fiesta, ambos llevan sus trajes de policía, causando de esta forma una gran impresión, pero quisieron llevar su farsa durante más tiempo y al estar disfrazados se encuentran con los tipos que golpearon su coche e intentan desquitarse, pero no sabían que estos tipos eran mafiosos, lo que los mete en terribles y grandes problemas.