Por Omar Morales
Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo pertenecen a la exclusiva estirpe de los grandes genios de la música pop. Cada uno de sus cuatro discos de estudio (sin contar el soundtrack que hicieron para Tron: Legacy, que en sentido estricto es también un disco de estudio, sólo que por encargo) son joyas de la música bailable que van superando a sus antecesores.
Homework (1997), Discovery (2001) y Human after all (2005) fueron construidos con base en el house y se distinguen de sus congéneres por una imponente arquitectura sonora. Salvo contadas colaboraciones, estos tres discos del dueto francés fueron compuestos, grabados, interpretados y producidos por ellos en su propio estudio (Daft House). A estos hombres se les puede acusar de haber trazado la ruta que buena parte del pop ha seguido desde entonces: voces con afinaciones artificiales y vocoders marca registrada, bombos comprimidos al extremo y sintetizadores filtrados y distorsionados. Los imitadores se cuentan por decenas, pero Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo no sólo son grandes compositores con ideas musicales vanguardistas y habilidades de sobra para la producción, son arquitectos sonoros. La mejor prueba de este dicho sobrado de entusiasmo, su disco más reciente: Random Access Memories.
¿Pero qué pasa cuando dos genios de la electrónica deciden cambiar las máquinas por humanos y producir un big studio pop record? Magia: “We wanted to do what we used to do with machines and samplers, but with people” Daft Punk.
Random Access Memories es el trabajo más ambicioso y mejor logrado de estos hombres, no por nada es el disco que mayores expectativas ha generado en el año (incluso más que Bowie). Pero no nos equivoquemos, es innovador sólo en su trayectoria porque las bases fueron sentadas varias décadas atrás. RAM es un fastuoso homenaje a la música disco y al pop de la segunda mitad de la década de los setenta y la primera de los ochenta, es un catalizador de talentos y un crisol de viejas ideas renovadas. El término es absurdo, pero inevitable: retrofuturista.
Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo se inspiraron en el pasado para hacer este disco, pero en lugar de samplear viejos registros reclutaron a varios de los mejores músicos de estudio de esa generación, los grabaron en lujosos estudios (Electric Lady, Capitol Studios) y no sólo recrearon, sino que mejoraron por mucho las atmósferas sonoras de la época: el guitarrista Nile Rodgers (Chic, Diana Ross, Duran Duran, etc…), Paul Williams (compositor de los Carpenters, Three Dog Night, The Muppets), Paul Jackson (guitarrista de Michael Jackson en los discos Thriller, Bad y Dangerous), Nathan East (uno de los mejores bajistas del jazz y el rock-pop) y el baterista Omar Hakim (Miles Davis, Madonna, Weather Report) son algunos de los veteranos que fueron dirigidos por Daft Punk.
La nueva guardia de colaboradores está formada por Pharrell Williams, Julian Casablancas, Panda Bear, Chilly Gonzales, Dj Falcon y Todd Edwards. Ideas musicales sólidas, salas de grabación premium, músicos virtuosos, tiempo y presupuesto holgados para la producción, una agresiva y atinada campaña de publicidad, todo bajo el mando de dos de los grandes genios del pop de este siglo… ¿Qué podía salir mal?
Random Access Memories no es un disco de electrónica, es una oda de música negra escrita por dos franceses: funk, soul, disco, jazz, rhythm and blues, ejecutada y registrada a la perfección por humanos en instrumentos eléctricos y análogos (salvo un sampleo y algunas percusiones electrónicas). Podrá o no gustar su contenido, pero en estos términos dudo que alguien pueda reprocharle algo.
Además, sorprende. En sentido contrario de lo que marca la industria del pop, más de la mitad de las canciones rebasan los 5 minutos de duración, es un disco para disfrutarse con calma y repetidamente, les aseguro que conforme reincidan en la escucha irán descubriendo más y más detalles sonoros porque también se dieron el lujo de experimentar. El track 3, por ejemplo, incluye como parte fundamental de su construcción una entrevista con el maestro de la síntesis Giorgio Moroder; el 7 tiene un par de puentes instrumentales de armonías complejas que estremecen el tímpano y el último crece desde un archivo sonoro hasta un final melodramático de saturaciones y distorsiones. Dura tarea será llevar este disco a los escenarios y sobreponer las expectativas.
Vivimos una época muy distinta a 1982 y dudo que Random Access Memories se acerque siquiera al éxito comercial de Thriller, pero (en la inercia del entusiasmo desbordado) creo que esta es la versión francesa del gran clásico de Michael Jackson y Quincy Jones (incluso la tipografía de ambas portadas es la misma). Si en un futuro próximo las campanas, estolas y lentejuelas dominan la estética mundial, la culpa será de Daft Punk (Daft Funk, siendo estrictos).
DAFT PUNK – Giorgio By Moroder – HQ from Sorin Pricop on Vimeo.