A menudo, acreditada como la compañía que encabezó el veloznacimiento del juguete vinílico de colección de principios de los noventa,Bounty Hunter (mejor conocidos por adictos del movimiento bajo las siglas BxH) comenzóa finales de 1994 como minorista undergroundde crípticos juguetes americanos.

Tres años después, los de Shibuya llegaban a cazar cabezascon la invención de su primer vástago, el temido Kid Hunter. Le escoltó posteriorun arsenal de maleantes, hoy en día emblemáticos para la cultura del toypunk,de la calaña del Wrag Chang, el Mekaru Kun, el Skull Kun, el Cap’n Bounch yun marinero después convertido en capitán en su edición de aniversario nombradoKid Bounch —mencionado en la primera entrega de éste su humilde Calabozo delAndroide.

Bajo el mote “50% juguete, 50% punk”, obscenas ideasvertieron subsecuentes personajes malcriados. La obstinada actitud de su otaku fundador Hikaru Iwanaga mantuvovivo el pulso de las arterias urbanas y las tendencias punk rock-fashionistas japonesas —sin duda alguna,las más radicales del mundo— durante la última década.

Del logo calavera de lacompañía, estilizado por el difunto pero bien recordado estudio de diseño7STARS —forjadores del termino "Ura-Harajuku" (lugar donde las tendencias seconectan) adaptado a un conjunto de tiendas bizarras en la calle Takeshita y laparte norte de Omotesando— a la atroz influencia del héroe de Iwanaga, SidVicious, en todas las transgresoras acciones que toma a labio retorcido y dedomayor erguido.

Hikaru sintióla necesidad de explorar a tope su rango de posibilidades. De serigrafiarplayeras de BxH para sus fieles parroquianos, a instaurar una superpotencia alservicio de las malas costumbres y la fina costura, vanagloriada por verracosde los rincones más sucios del orbe.

No hay mayor entusiasta de Bounty Hunter que el propioHikaru Iwanaga, quien se manifiesta como la personificación adecuada de lo quela conducta cazadora de recompensas desea transmitir con su mercancía. Asesinaschamarras de cuero, accesorios para el bandolero metropolitano, cráneos piratay mashup. El sol naciente nos reserva regularmente lo impensado.