24 de noviembre 2010
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Por: Colaborador
El arte muchas veces imita a la naturaleza, pero es en los ámbitos del diseño donde este mimetismo adquiere formas prácticas.
El camuflaje salva vidas. Tiene también un potencial natural. Y a veces la naturaleza es social y no biológica: sistemas de reconocimiento digital suponían un riesgo para la integridad de las fuerzas armadas, por lo que se desarrollaron camuflajes militares que pudieran imitar los pixeles de una computadora y confundir a cualquier máquina.
En Japón, un complejo sistema de video logra integrar a la ropa las imágenes que recibe de sus alrededores. Se crean así hombres invisibles, aún cuando sea todo un prototipo.
El camuflaje va a hacer de las guerras una tarea imposible.