CERRADO Mini Bar

La nueva apuesta de los creadores del famosísimo Mexsi Bocu es el Mini Bar, un local moderno pero sobrio, con un mobiliario que, más allá de ser bonito, es cómodo; ideal para el “picoteo y trago corto”, así que puedes ir de precopeo.  

Los meseros son muy atentos, y hay que aplaudir de pie al chef, pues los platillos son puras exquisiteces, cuyo tamaño (mini, de ahí el nombre del lugar) te permiten probar muchas opciones. Hazte un favor y pide algo de lo siguiente: sope de arrachera al pibil o unos camarones al chilaquil.  

Parece que quien creó los cocteles tiene una misión: darle alegría a tu cuerpo. Yo probé lo siguiente –y pocas noches me han parecido tan gloriosas–: Pera Sueca (Absolut pears, cointreau, jugo de man- zana y pera asada) y Chilibiscus Mezcal (mezcal Pelotón de la Muerte, cointreau, jugo de mandarina y de limón amarillo y jamaica). Si eres de shots, date un Kriptonita (Absinth y licor de plátano), sólo no te quejes si tus superpoderes se debilitan.  

Pero como nada es perfecto, la única falla es la música. En una época en la que el ruido es tan alto, pareciera que la música es sólo un elemento más de ese ruido blanco. No es fácil ambientar un lugar, hallar su onda sonora, pero así como los chefs crean las delicias de la mesa, hay quienes al poner música pueden elevar nuestra visita. Aquí no fue el caso, pues nos tocó, por ejemplo, Rolling Stones, pero en choteada versión bossanova, nada que ver con la personalidad del lugar.