Típico, de adolescentes no entendíamos muchas cosas de la maternidad, pero es hasta que crecemos que comprendemos todo lo que mamá hizo, sus razones, impulsos, enseñanzas e incluso regaños. Tanto que decimos “ah, la jefa tenía razón”, es por ello, que en la adultez, ya no solo somos hijas o hijos, sino que ahora también somos cuates.

Con mamá podemos platicar, llorar, quejarnos, pedirle sabios consejos porque te conoce más que nadie, compartir nuestras alegrías, reavivar las memorias y aventuras, caerle a su casa por un abrazo fuerte o por una de sus comidas que apapachan el alma, o simplemente convivir por el gusto.

Y para alegrar aún más ese momento entre hijas, hijos y mamá, te recomendamos unos tips, ejercicios y hasta juegos para amenizar su tarde, soltarse y disfrutar el placer de tenerse.


Primero lo primero, destapen una chelita para eso del calor chilango de primavera, y también para disfrutar una cerveza con ella ya no como madre, sino como adultos, como amigos, amigas. Porque ahora estamos en el mismo canal, pues estamos  dispuestos a compartir un momento bien agusto, escucharnos, y abrirnos. Por eso se destapa una cerveza. Y para que lo entiendas mejor, checa este video que preparó Modelo que lo entienden perfecto:

Ahora sí, aquí te van unos tips para asegurar una buena conversación con mamá. Es importante saber escuchar y empatizar con las emociones de la otra persona, poner atención es básico, deja de lado un rato tu celular y dedica el tiempo de calidad. Después, tienes que recordar que nuestras madres y padres son de otra generación con distintos puntos de vista, respeta y tolera, pero también explica, siempre están dispuestos a tratar de comprenderte si encuentras la manera. Agenda un día especial para que no andes a las carreras y que puedan pasar un buen rato. Abre tus sentimientos y emociones, al mostrarte así, con cualquier persona, harás un vínculo más grande y también animarás a hacer lo mismo.

Para romper el hielo pueden empezar con un juego de mesa, una sesión de preguntas y respuestas, o preguntarle acerca del chismecito familiar más reciente, o una de sus memorias favoritas. Si son varios miembros en la familia y quieres incluirlos, pueden armar una trivia cotorrona: ¿de qué película sería protagonista?, ¿qué es lo que nunca comerían?, ¿Cuál canción es su favorita?, ¿si fueras un monumento chilango cuál serías?, en fin, pueden adaptar las preguntas y escribirlas en un papelito sin que la otra persona las vea, y sacar una al azar.

También, puedes involucrarte en un hobby con tu mamá, pregúntate qué es lo que más le gusta hacer y compartan esa actividad juntas o juntos. O sea, si se rifa en la cocina y además disfruta mucho de cocinar, dile que hagan juntos su platillo favorito; o si le gusta hacer ejercicio, tengan una sesión; o vean la serie que le emociona, en fin celebremos a mamá por el simple hecho del placer de tenerla.

En fin, el chiste es pasarla chido con tu mamá que, ahora, además es tu amiga, con quien puedes tomarte una cerveza, platicar de la vida, o estar en silencio un ratito, abrazarse y agradecer de que aún está contigo ¡Salud, madre!.

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