La boda entre María Félix y Jorge Negrete fue catalogada como la boda del siglo, ya que asistieron figuras como Frida Kahlo y Diego Rivera.

María Félix y Jorge Negrete pasaron de odiarse en un set de grabación a organizar una de las bodas más comentadas de la época. Se conocieron en 1938, cuando la Doña aún estaba casada con Enrique Álvarez por lo que hizo caso omiso a la galantería del actor.

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María Félix y Jorge Negrete se casaron en la Casa Catipoato.

Cuatro años después se reencontraron, pero ahora Negrete tenía un noviazgo con Gloria Marín; a quien quería de co protagonista en su próxima película: El peñón de las ánimas. Pero María Félix se quedó con el protagónico y, con ello, con el desprecio del actor. Las grabaciones fueron insoportables y prometieron no volverse a ver.

Pero entre el amor y el odio está la línea del perdón, se dice por ahí. Años después, en 1952, Negrete estaba soltero y a la actriz le empezó a atraer su forma de ser. Después de un intenso noviazgo, el cual se convirtió en compromiso después de unas semanas, anunciaron su boda.

María Félix, Jorge Negrete y el centro de mesa el día de su boda.

¿Cómo estuvo la boda de María Félix con Jorge Negrete?

La boda entre los icónicos personajes fue el 18 de octubre de 1952 en el Centro de Tlalpan en la Casa Catipoato. Asistieron Diego Rivera y Frida Kahlo; Dolores Olmedo, El Indio Fernández y Salvador Novo; y se transmitió por radio.

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Por pedido de María Félix, el menú de la boda fue típicamente mexicano. Hubo enchiladas, quesadillas, barbacoa, carnitas, mole y aguas frescas de sabores. En tanto, ella portó un vestido rosa del diseñador Armando Valdez, así como joyas de filigrana y el cabello finamente trenzado.

No obstante su unión duró un año, ya que Jorge Negrete murió por cirrosis hepática el 5 de diciembre de 1953. En ese momento, la Doña se encontraba filmando en Francia el filme: “La Bella Otero”, por lo que tuvo que tomar un avión para despedir a su amor, y luego vender la finca en donde vivieron juntos.