En 1960, Macario fue nominada a los Oscares como Mejor Película Extranjera. El actor Ignacio López Tarso jugó el rol protagónico.

Macario fue la primera película que abrió las puertas a los cineastas mexicanos en la industria de Hollywood, siendo nominada a Mejor Película en Lengua Extranjera por la Academia. Aunque el galardón esa noche se lo llevó El manantial de la doncella del cineasta sueco Ingmar Bergman, no deja de ser un icónico filme.

Es así como algunos críticos compararon los claroscuros fotografiados por Gabriel Figueroa en la película, con niveles de belleza plástica como el de la pintura de Rembrandt, Velázquez y Goya. Te contamos otros datos curiosos que quizá no sabías.

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Macario, protagonizada por Ignacio Lopez Tarso.

Fue una adaptación de un cuento de los Hermanos Grimm

Sí, Macario fue una adaptación de dos textos: una novela homónima escrita por el polaco Bruno Traven, así como el cuento de los Hermanos Grimm: La muerte madrina.

El papel de Macario no fue pensado para Ignacio López Tarso

Originalmente, el papel de Macario no fue pensado para el actor Ignacio López Tarso, sino para Pedro Armendáriz. Sin embargo, López Tarso se ganó el protagónico por el que obtuvo innumerables premios y reconocimientos, entre ellos: el Premio Golden Gate, como mejor actor en el festival de cine de San Francisco, California.

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Macario, ganadora de un Cannes a Mejor Fotografía.

Ganó un premio en Cannes

La producción cinematográfica del director Roberto Gavaldón, obtuvo el premio a Mejor Fotografía en Cannes, en 1959, año en el que también participó dentro del festival francés por la Palma de Oro.

No pudo competir en el Ariel

La Academia suspendió durante 14 años la entrega del Premio Ariel debido a la larga crisis del cine mexicano de 1958 a 1992, por esta razón la película Macario no pudo competir.

Macario se estrenó en icónico cine de la CDMX

El filme se estrenó el 9 de junio de 1960, en el famoso cine Alameda, que estaba ubicado en la Avenida Juárez, muy cerca del Palacio de las Bellas Artes. El cine fue diseñado y construido por los arquitectos Carlos Crombé y José Albarrán e inaugurado en 1936.