La pandemia por covid-19 ha sido una de la cosas más fuertes que nos tocó vivir como humanidad, fueron meses inimaginables, salir a las calles y verlo todo vacío, ver a los nuestros a través de una puerta o una ventana, las tardes encerrados y la única forma de comunicación era en línea, dejamos navidades, fiestas, nuestras vidas y lo que éramos, pero aprendimos a admirar la labor de los médicos y enfermeros que dejaron inclusive a sus propias familias para salvar vidas en hospitales.

Saber que un familiar nuestro había adquirido el virus, era la peor noticia que podíamos recibir, la angustia nos carcomía por dentro, no saber si estarían bien, nunca habíamos vivido la muerte tan cerca y el temor tan dentro de nosotros.

Todos esos días, por fortuna nuestra, han quedado atrás y ahora es momento de hablar de la pandemia en pasado. Lo que aquellos días parecía una película de terror, hoy se convierte en un documental de nuestras vidas.

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Cartas a distancia, una película filmada durante los picos de contagios por Covid-19

Con esa visión, el cineasta Juan Carlos Rulfo tomó la cámara en abril del 2020 y salió a las calles a documentar todo hasta septiembre del 2020, justo en donde el pico de casos confirmados era el más alto.

Cartas a distancia documenta un ejercicio de comunicación ideado por el personal de salud en un hospital público de la Ciudad de México para romper de alguna manera el distanciamiento entre enfermos de covid-19 y sus familiares a través de cartas que eventualmente, se convirtieron en video, mensajes, cartas o fotografías y que en el pico de la pandemia dieron certezas y disminuyeron la desinformación.

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Calavera, el enfermero que dio esperanza a familiares y enfermos

El protagonista de esta historia es el enfermero “Calavera”, un chico que tiene claro que la muerte siempre está cerca, pero se puede pelear contra ella. Con una personalidad rockera, un enfermero lleno de tatuajes se vuelve el mayor aliciente de pacientes contagiados para no rendirse.

Él, con su celular grababa a familiares que esperaban a sus pacientes afuera del hospital y lo reproducía a los enfermos quienes con lágrimas, pero también con mucha fe recibían el mensaje y daban todo para salvarse.

El director de esta historia sabe que no todo eran números y aquellas famosas “curvas de contagio” que volvieron famoso al Dr. Gatell, él sabe que la pandemia fueron personas y corazones, gente que no se rindió, personas que sufrieron y hoy pueden mirar atrás y saber que la lucha valió la pena.

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Una película hecha por enfermos y pacientes durante Covid-19

“Esta película es la comprobación de que las pequeñas cosas, siempre serán las más grandes… Creo que nunca, como ahora, habíamos sido testigos de la fuerza regeneradora de la imagen y el audio entre pacientes contagiados por covid-19 y sus familiares que, por fuerza, tienen que separarse. Es entonces, cuando un fragmento de video o de audio acompañado de la voz de un hijo o una esposa, tienen la capacidad de salvar vidas”, comentó Juan Carlos Rulfo.

Sin duda, es una película que debes ver porque te lleva a recordar aquellos días muy complicados, pero recordarlos desde el corazón. Búscala en la Cineteca Nacional y cines comerciales.

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