el arte inunda la ciudad
1 de marzo 2023
Por: Redacción

El arte contemporáneo inunda la ciudad

La Semana del Arte 2023 fue distinta a las ediciones anteriores: la euforia poscovid –sin restricciones sanitarias como el año pasado– se notó en la gran cantidad de eventos, exposiciones, fiestas, charlas dedicadas al arte contemporáneo y en los miles de personas que acudieron a las ferias de mayor convocatoria, y rompieron todos los récords de asistencia.

Durante este mes el arte inunda la CDMX, lee la gran guía que hemos preparado dentro de nuestra revista Chilango de marzo.

Coincidimos: la Semana del Arte 2023 reactiva el impulso de la industria del arte contemporáneo en nuestro país y en el mundo. Artistxs de todo el planeta, galeristas, coleccionistas y unas 100,000 personas, que acudieron a las exposiciones, performances, fiestas y cientos de actividades, dieron vida y movida a la Ciudad de México. Acá un recuento de lo más relevante de la inolvidable edición de este año. Y no te pierdas la selección de obras y expos que aún puedes apreciar durante marzo y abril. Arte contemporáneo todo el año, por favor.

La Semana del Arte 2023 fue distinta a las ediciones anteriores: la euforia poscovid –sin restricciones sanitarias como el año pasado– se notó en la gran cantidad de eventos, exposiciones, fiestas, charlas dedicadas al arte contemporáneo y en los miles de personas que acudieron a las ferias de mayor convocatoria, y rompieron todos los récords de asistencia: entre el 8 y el 12 de febrero, Zona Maco reporta 77,000 visitantes, Salón Acme 20,000, y 12,000 más acudieron a Material Art Fair, además de las personas que acudieron a las actividades en galerías, museos y otros espacios. También sumemos a la prensa nacional e internacional que llegaron a la Ciudad de México para registrar y publicar sobre la oferta cultural de la temporada, sin contar a las agencias, instituciones, galeristas, curadorxs, artistxs y demás visitantes que aún disfrutan de los eventos derivados de la semana más importante para la industria, de la Navidad para lxs artistas. Algo importante: se reportan buenas ventas. De boca en boca, se sabe, que fue un buen evento para lxs participantes.

Algo que también marca esta Semana del Arte 2023 es la aparición de nuevos centros culturales y galerías de otras latitudes que ya abrieron sus puertas en la ciudad. Casa Wabi (fundación para las artes sin fines de lucro), por ejemplo, abrió una nueva sede en un edificio de la colonia Atlampa, diseñado por Alberto Kalach. En su exposición de apertura muestra el trabajo de los escultores Alejandro Almanza y Huma Bhabha. Las galerías Marianne Ibrahim (con sedes en París y Chicago) y Deli (con sede original en Nueva York) se establecieron en la colonia Cuauhtémoc y Roma, respectivamente. Unxs se cuestionan cómo esto podría sumarse a los problemas de gentrificación en las diferentes zonas de la Ciudad de México; mientras que para otrxs esto es señal de que la escena artística en la capital mexicana es una de las más atractivas a nivel mundial.

Este año volvió a realizarse la feria QiPO que, a diferencia de las demás, es gratuita. Desde luego, cobrar una entrada no es algo malo per se, sin embargo, el hecho de que no tenga costo es atractivo para otros públicos. Si bien Material y Salón ACME cuentan con la presencia de artistas jóvenes, QiPO se siente como una feria aún más directa, desenfadada y en crudo, con las ventajas y desventajas que eso conlleva.

Dos temas más marcaron esta edición. En 2022, la agenda estuvo cargada de reflexiones sobre el uso de las inteligencias artificiales y los activismos medioambientales en museos. Sin embargo, ambos temas estuvieron casi ausentes durante la Semana del Arte en México. Aun vimos obras interesantes y de corte político, vimos solo una acción directa de protesta (realizada en Salón ACME, sin autorización de lxs organizadores), realizada por el artista Jesús García, quien recorrió la feria utilizando una manta con la frase “Gentrificación chinga tu madre”. Si esta es una de las grandes preocupaciones para los habitantes de esta ciudad, unx se pregunta, ¿por qué no hubo más artistas que abordaran el problema?

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ARTE PARA LA REFLEXIÓN

Aunque su nombre no lo indica, en realidad podríamos llamarle Semana del Arte Contemporáneo pues lo que se exhibe en ella no es arte renacentista, barroco, ni siquiera moderno: es contemporáneo; es decir, son piezas creadas en años recientes, en especial pintura, escultura, fotografía, video e instalación.

Lo contemporáneo no es un estilo, pero podemos decir que las obras sí comparten algunas características: el proceso –es decir, la investigación detrás de la pieza, su historia, su contexto– es tan importante como el objeto terminado. Valores tradicionales, como la belleza, la simetría o lo armónico, siguen presentes, pero no son lo más importante, la participación de la audiencia es necesaria, también el humor e incluso el sarcasmo detonan alguna reflexión. El arte contemporáneo busca eso, más que la simple contemplación de las piezas expuestas.

Al distanciarse de las ideas convencionales del arte (que sí debe ser bonito, que sí debe ser muy complicado de elaborar manualmente, que sí debe realizarlo el artista solo, sin asistentes y sin tomar ideas de creaciones previas), el arte contemporáneo puede causar cierto rechazo. 

Si acudiste por primera vez a la Semana del Arte, es posible que muchas obras te parezcan “extrañas”.  Sin embargo, es cuestión de familiarizarse, como en cualquier otra área de la experiencia humana. Ver arte en una feria es distinto a hacerlo en otros espacios. Por ejemplo, los museos, al asumir una función educativa, proporcionan materiales e información a lxs visitantes que pueda ayudarles a aproximarse a las obras, desde algo muy sencillo como una ficha técnica (nombre, título, fecha de elaboración, materiales con los que está hecha la pieza) hasta información más amplia: audioguías con la historia de las piezas, textos escritos por historiadores, etcétera. 

Las ferias de arte no cuentan con estos apoyos, en ocasiones ni siquiera es visible el nombre del artista. Su naturaleza no es educativa, sino comercial. Esto no es algo negativo. Las ferias mueven una parte importante de la economía en el arte y esto beneficia no solo a las galerías, sino a artistas, curadores, transportistas, montajistas, diseñadores y un sinfín de profesiones involucradas en ella. La Ciudad de México, según datos del Sistema de Información Cultural a enero de 2023, tiene 173 museos, de los cuales 55 son de arte. También cuenta con una buena cantidad de galerías, espacios autogestivos y foros culturales. 

Definitivamente, el arte está presente todo el año, no solo durante un par de días en febrero. Entonces, ¿realmente tiene algo de especial esta semana? Podríamos decir que sí. Las ferias solo ocurren en esta ocasión. Las casi 100,000 personas que la visitan la hacen aún más interesante. Para quienes trabajamos en el circuito del arte es un momento económicamente importante. Es un evento para ver obras y conocer el trabajo de artistas de otras latitudes, y para socializar. ¡Hay que dar de qué hablar todo el año!

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LA APUESTA DE LXS ARTISTAS 

La inversión que realizan algunxs artistxs para ser parte de la Semana del Arte es un tema recurrente. Una artista joven que ha participado en cuatro ocasiones en una de las tres ferias principales comenta desde el anonimato: “Es muy frustrante pensar que muchxs de los artistas gastan los últimos diez pesos que les quedan en su cuenta –si es que los tienen– para poder presentar algo en una feria y, entonces, cruzar los dedos esperando a que aquello se venda. Es casi como ir a un casino y hacer all in al color rojo en la ruleta –agrega la creadora mexicana–, “es una experiencia agridulce llena de emoción, miedo y ansiedad. Por un lado, es un momento chido para coincidir con amigxs que no has visto desde hace mucho tiempo, ver lo que se están haciendo, lo que traen las galerías, lo que las nacionales optan por presentar, y siempre está la posibilidad de fiestear un montón. Sin embargo, también siento que este es el evento en el que se evidencia la precariedad del sector cultural. La semana del arte se enuncia como ese momento que gira alrededor del arte, pero la realidad es que es la semana del dinero en el arte. Sobre mi experiencia, te puedo decir que me ha tocado estar en ambos polos y con diversos matices. A veces me ha ido increíble y muchas otras, no”.

LA OPORTUNIDAD DE LAS GALERÍAS

“La semana del arte puede ser pívot para una galería”, dice Domitila Bedel, quien durante diez años dirigió la galería Machete y participó en diversas ferias tanto en México como en el extranjero y, actualmente, es directora de Trastienda. “A nivel financiero la inversión es mucha, la apuesta es mucha. Llegar a tablas es vital, pero ganar puede permitirte llevar el presupuesto del año mucho más tranquilamente. Es una gran oportunidad para hacer una goleada”.  Pero su relevancia va más allá de lo económico, los contactos son vitales. “Muchas ventas pueden cocerse ahí, en la feria, y comerse después. Más allá de las ventas, las colaboraciones, las invitaciones y la construcción de vínculos –que para las galerías jóvenes es algo esencial para empezar a abrirse al mundo–, también hay premios de adquisición y oportunidades que no están todo el año”. Para Bedel, la semana del arte es, para una galería que sacrifica e invierte mucho para participar, un escaparate al cual prestar atención porque “para estar donde las ves, dejaron mucho en la cancha”.

LAS RAZONES DEL COLECCIONISTA

Jorge Zarur y su hermano Nahim son fundadores de la Colección Zarur. Durante un evento, Jorge apunta: “para un coleccionista, la Semana del Arte es una experiencia en la que puedes estar en persona con la gente con la que durante el año platicaste en redes sociales, por correo electrónico o que viste muy brevemente. Tienes la oportunidad de tener a todos en un solo lugar. Es muy interesante reunirte con artistas, galeristas y curadores que son parte del ecosistema del que estás nutriendo tu colección. Si tú ves ahorita la agenda de galería de la Ciudad de México, todas tienen una inauguración. Durante estas fechas, hay una oferta de arte, cultura, turismo y gastronomía impresionante. Eso hace a las ferias un elemento vital dentro del campo del arte”.  

Pero que al mismo tiempo existan tantas cosas por ver, tantos espacios por visitar y tantos acontecimientos a los que asistir, implica una competencia por la atención de los visitantes. Al respecto, Zarur opina: “El trabajo de muchos artistas se pierde, se diluye en este mar de oferta. Sin embargo, existe todo un año para presentar tus proyectos, no hay que pensar que esta ocasión es la única en la que vas a poder tener visibilidad como artista”. Sobre la urgencia por montar exposiciones en estas fechas, Zarur afirma percibir el rush con el que viven estos días las personas dedicadas al mundo del arte y la presión que tienen lxs artistas por producir justo para esa semana. 

Y todos estos eventos necesitan patrocinadores, por lo que no es raro encontrarnos marcas de lujo en las ferias, porque, finalmente, quien puede comprar arte también es consumidor de estas. Al respecto, Zarur dice: “creo que es un reto encontrar cómo incorporar patrocinadores, pero desde la sustancia, sin que se desvirtúe y se vuelva todo un asunto de mera socialité o de expiación de las marcas”. Aunque también reconoce que el arte tiene un componente social y estos rituales en apariencia ajenos al arte también merecen un lugar.

EL PRESTIGIO DE LOS MUSEOS

La semana del arte es como la Navidad para la comunidad de creativxs y creadorxs nacionales e internacionales, dice Karla Niño de Rivera, coordinadora de exposiciones del Museo Anahuacalli. “No es solo una semana comercial, en la que nos visita gente de todo el mundo, que reúne no solo a coleccionistas sino también a curadores y directores de otros museos con el público en general, es un momento para sentir que la ciudad es vibrante”, comenta. A diferencia de las galerías, los museos no venden arte, por lo que esta semana les genera otro tipo de réditos: “A lo mejor no te genera efectivo, pero te hace codiciado de otra forma, te da prestigio social y cultural, es importante tener participación en este tipo de eventos para construirte como museo”.

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