No sabemos si Cupido flechó a los productores de televisión, pero lo que es una realidad es que esta temporada de estrenos todas las cadenas decidieron saturarnos con historias de amor, de solteros buscando romance, de citas a ciegas, de parejas tratando de entender cómo funcionar como dos, hasta de pedidas de matrimonio.

La cosa es… no todas estas comedias valen la sobredosis de azúcar. Las vimos todas y aquí te decimos qué tarro de miel echarte a cucharadas y cuál mejor dejar enlatado.

Marry Me – Calificación: 9.0

La historia funciona simple y sencillamente por dos cosas… y sus nombres son Casey Wilson y Ken Marino. Los actores llevan toda la química posible a la pantalla y su enorme talento en comedia en una trama que en manos de cualquier otro podría haber resultado muy promedio. El episodio piloto nos lleva a conocer a una pareja, Annie y Jake, en vísperas de que uno le pida matrimonio al otro; pero como en toda buena comedia nada les sale bien y por un momento empiezan a considerar que tal vez no están hechos para estar juntos.

La serie tiene momentos embarazosos muy divertidos (como Annie sin querer declarándole su amor a Jake por culpa de una canción de Whitney Houston), pero es en realidad las actuaciones de ambos protagonistas, completamente llevadas al extremo, las que hacen que Marry Me sea una parodia de las comedias románticas funcional más que una rom-com sin chiste cualquiera.

https://www.youtube.com/watch?v=6ds-pwDXs1Q

A to Z – Calificación: 8.0

¿Se acuerdan de la mujer que resultó ser ‘the mother’ en How I Met Your Mother? Bueno, pues ya tiene su propia serie. Cristin Millioti es Zelda, una especie de Zooey Deschanel en 500 Days of Summer, demasiado cínica para soltarse en el amor. En el primer episodio conoce a Andrew (Ben Feldman), su absoluto opuesto, un hombre que trabaja en un servicio de citas online, romántico como canción de Camilo Sesto, que no puede pensar en otra cosa que no sea encontrar el amor. ¿Ya adivinaron la trama?

Pese a lo cliché que pueda ser la serie, la interacción entre ambos protagonistas funciona lo suficiente para no matarnos de aburrimiento; los ojos de cachorro de Andrew te provocan querer adoptarlo y Zelda… bueno, a Zelda todavía le falta una sombrilla amarilla. Pero tiene otro pequeño detalle a su favor. Desde el principio de los créditos el arco se presenta muy claro: esta pareja va a durar ocho meses, tres semanas. Ahora a nosotros nos toca adivinar, ¿qué pasa después de ese marco de tiempo?

https://www.<strong>youtube</strong>.com/watch?v=lNs_m-NP8XU

Manhattan Love Story – Calificación: 6.5

No es novedad que las mujeres son de Marte y los hombres aparentemente de Venus, no es tampoco nuevo que esta premisa ya ha sido exprimida hasta sus últimas consecuencias en cine y televisión. Manhattan Love Story vuelve a hacer un intento por rescatar lo gracioso de las diferencias entre hombres y mujeres ahora con el distintivo de que podemos escuchar los pensamientos de nuestros protagonistas en cuestión. Sí…ésa es toooda la diferencia.

Dana (Analeigh Tipton) es el tipo de mujer que llora en las primeras citas y se mete en problemas por caminar demasiado en tacones; Peter (Jake McDorman) no se sabe tomar en serio a las mujeres y ve piernas antes que caras. Sus amigos los quieren ver juntos, pero ellos no están seguros de caerse bien. Ambos actores dan lo mejor de sí, tratando de ser súper carismáticos y tiernos en un guión que los tiene enclaustrados en estereotipos anacrónicos andantes. En una era post Girls y You’re the Worst esta serie se siente muy poco relevante.

Selfie – Calificación: 5.0

Recién salida de Guardians of the Galaxy y Doctor Who, Karen Gillan carga sobre sus hombros a la protagonista más pesada de toda la barra de comedia. Eliza Dooley es una víctima de la generación Millennial que vive tan enfocada en tener una imagen online perfecta, que su persona fuera de las redes un desastre: es tonta, mal educada, inoportuna, insensible y en general no tiene ni medio detalle de redención. Lo cual hace muy difícil quererla y echarle porras, pese a que técnicamente su historia nos debería de interesar.

En un intento por llegarle a las nuevas generaciones, Selfie está retacada de referencias meta a las redes sociales y a la manera de hablar en línea (hashtag LOL, hashtag FAIL, hashtag no está funcionando) que terminan por convertirse en un gimmick más estorboso que creativo. Y otra cosa ¿de cuándo a acá John Cho es gracioso? Esta comedia necesita, pide a gritos un unfollow.

¿Ya las viste? ¿Se te antoja alguna?

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