Podría ser una regla que se nos impone desde el momento que nacemos, que pa’ cualquier dolencia del corazón el remedio ideal sería un buen trago. Para aquellos que saben controlar la bebida, un alcoholito si puede resultar un elemento de sanación. Para otros que se descarrilan en la borrachera, curar las penas con el chupe puede resultar peligroso. Pero bueno, no podemos engañarnos, si vamos a tomar vamos a hacerlo bien nada a medias. Te daremos algunas opciones para ahogar la pena de la dolencia, ahora puedes tomarlo como vil alcóholico en tu recámara escuchando rolas depresivas al máximo, en una barra cantinera junto al borracho frecuente del lugar, o en el antro mientras buscas al reemplazo de despecho. Nota: los tragos los bautizamos nosotros, sin embargo las recetas son bien conocidas.