El escándalo

Adicto empedernido de heroína, cocacína y el alcohol. Y es que el chaparrito trata de justificar el placer que siente por las drogas por que a los seis años su padre le dió a probar una fumadita de “churro”. De ahí se agarró para serle siempre fiel a las sustancias y acabar con muchas relaciones amorosas, unas cuantas laborales y las peores: cárcel una y otra vez.

Le perdonamos el borrachazo por que…

Hereda el talento cinematográfico de su padre para convertirse en un excelente actor. Además de tener un físico exquisito que lo ha sabido mantener, pese a sus adicciones, es un cuarentón extremadamente sexy. Además, con su reciente aparición en Sherlock Holmes, le perdonamos la vida al buen Bob.

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foto: z.about.com