¿Qué hizo por México?
Resumamos todo el choro que te enseñaron en la primaria.
Hidalgo fue un cura criollo; sí, en sus venas corría sangre española, y su
puesto en el clérigo era elevado: utilizó su poder para liderar a un grupo de
revolucionarios a favor de la Independencia. Hizo y deshizo, todo lo que nunca
te hubieras imaginado que un sacerdote haría (bueno, él no se le acercó a los
chamaquitos como otros). Masacró a sangre fría a grupos de
españoles mientras avanzaba, llevaba un estandarte de la Virgen, algo
que definitivamente no lo hubiera permitido la madrecita de México  –
¿llevar una
banderita con su imagen mientras masacra al prójimo?–. Al final lo atraparon y lo acusaron de delitos como
traición, crímenes, conspiración, entre otros. Lo juzgaron, lo mataron y le
cortaron la cabeza para después utilizarla como decoración en La Alhóndiga de
Granaditas.

 

El chupe que lo representa:
La Sangre de Cristo. Un vinito tinto dulce pa’
consagrar…, así le dicen.