¿Por qué los odiamos?

Por que muchos son unos masters en el verbo. Estos son peores que las florecitas venenosas, y es que no van directo a la cartera, van directo al lado sensible de las chicas. Dentro de los monólogos tradicionales incluyen “es que nunca había visto una niña tan bonita como tu”, etc. Si las chicas les siguen la corriente y ellos logran lo que quieren, cierran su noche con broche de oro para después nunca marcar y sólo presumir de una más en el registro.

¿Cómo podría ser peor?

Que todavía esperes que te marque al día siguiente.