Lo bueno

-La música: De los únicos, si no es que si es el único lugar donde escuchas a Goodbye Fol., Justice, Rapture entre otras rolas electro-indie. De vez en cuando tratan de prender a las chicas con alguna rola reggaetonera pero no se confundan, aquí alaban a los Killers. Por cierto, en su última parada en México, Los Killers enfiestaron aquí.

-El patio para fumadores. Cuando la terraza en un lugar fresón se convierte en el punto socialité, y en otros bares funciona como una lata de sardinas, este le saca jugo a estas dos desventajas: Barra, decoración visual interesante, airesito, seguridad y buena banda.

-Concepto underground: uno traído de las afueras del país para seducir a quienes prefieren los íntimo y la calidad. Lo underground lo ves desde la decoración hasta el punto que el lugar no tiene una fachada pomposa para llamar a los noctámbulos. Ellos han formado su reputación de boca en boca. Estos se preocupan por consentir a sus fieles seguidores, no buscan jalar a banda que nada más nada que ver.

-Si es medio fresón y aunque si debes de pasar por un filtro (estilo cadena) para entrar, no discriminan y evitan la prepotencia.

Lo malo

-Hay mucho poser. Fresones que llega el viernes y dicen “Hoy quiero ser más humilde y hacer algo diferente weeey, vamos al Leonor”. Alguno que otro farol que se las da de trendy hipster y que saliendo lo esperan los guarros.

-El espacio para bailar es reducido, no hay suficiente ventilación y el calor así como aromas sudorosas desagradables empiezan a intensificarse.

-Está en la fina línea de convertirse en un underground farandulero. La otra vez nos encontramos a uno de RBD, ese de pelo naranja. ¡Qué miedo!