Este bar es parte de una cadena que comenzó en Sydney y que luego abrió una sucursal en Nueva York. Viendo el potencial de Santa Fe, los socios decidieron jugársela y traerse también al DF su concepto lounge, sofisticado.

En realidad es un refugio para aquellos que trabajan en los corporativos de la zona que llegan a echarse plácidamente en sus sillones de piel y aprovechan la hora feliz mientras una banda toca funk y algo de rock pop al estilo VH1, muy ad hoc para la clientela que está en sus 35-45 años, principalmente.

Iluminado con tonos morados y verdes, es un bar amplio que lo mismo ofrece tragos clásicos, que creaciones originales como el martini de zarzamora con lychee, de jícama y la margarita de guayaba. Probamos el primero, es un trago en el que el lychee domina el paladar, realmente vale la pena si te gustan los sabores dules. Si lo tuyo son más bien los tragos derechos, la carta ofrece una muy extensa variedad de tequilas.

Definitivamente no es un lugar para irse a enfiestar, los precios son altos y más bien se presta para largas pláticas o juntas de negoios.