Ecléctica colección musical y exóticas bebidas en la mini cuadra donde domina el bailongo.

Esta es la primera reflexión no estereotipada de la cultura tiki, que por cierto se vuelve cada vez más popular en el mundo. Un bar íntimo, decorado con pisos de teca y paredes de bambú, donde disfrutar de perfectos tragos y selecta música de fondo.

Las bebidas representan los colores y sabores del pacífico Sur: muchas llevan ron de base, y todas están hechas con frutas frescas, concentrados y jarabes, presentados en vasos de cerámica elaboradamente decadente. Los clásicos, como el menuhune, mai tai, navy grog y killer zombie son fielmente reproducidos de acuerdo con recetas originales californianas.