Cuando reabrió sus puertas en agosto –transformado en un discreto salón entregado a los tragos de autor–, Ladina se sumó, con vehemencia, a la expansiva escena coctelera de la ciudad.

La carta, diseñada por Michael Howey y Giovanni Bulnes, propone un recorrido histórico en el que los Old Fashioned, Sazeracs y Last Words conviven con reinterpretaciones contemporáneas como el Blue J. N° 2 (Buffalo Trace, clara de huevo, Chartreuse caramelizado, jugo de limón, miel y Angostura) o un Up in Smoke (mezcal Meteoro con néctar de agave, limón, chipotle y jugo de piña).