La mezcla de muebles sofisticados y artesanías mexicanas le da un aire entre cantina nice y lobby de hotel cinco estrellas.

El lugar, de estilo muy parisino, conserva detalles como el piso de cuadritos clásico de los salones de baile antiguos y techos tapizados con diseños artdeco. Su creación fue un proceso largo de selección que se nota, es un gusto encontrar una cantina con tanta idea y que no cae en el “solo ofrezco pomos”, aquí hay olores, sabores y ambiente.

Su coctelería tiene ingredientes muy originales, fusionando ideas que jamás te imaginarías en una bebida, los más ricos son el mojito de guanábana con mezcal y el martini mazapán; además cuentan con una de las más amplias variedades de tequila y mezcal de la ciudad.

El ambiente es casual pero no pierde lo sofisticado por su imponente decoración; hay dominó y cubilete por si te animas a echar una partidita de poker. Los viernes y sábados acuden tanto veinteañeros, como turistas, empresarios y cougars en busca de ligue. Hay gran variedad de tequilas y mezcales de la carta, que suplican varias rondas de caballitos que puedes acompañar con alguno de sus ricos platillos.

Si vas en bola no olvides hacer reservación porque se llena.

NUESTRO TIP: Los platos principales son para paladares expertos, cocina típica de cantina con un toque muy gourmet: dobladitas de jaiba suave, amplia variedad de chiles rellenos, chicharrón de rib eye y robalo a la sal.

Código de vestimenta: Casual. No tenis, no playera