Es viernes por la noche y la calle de Virgilio luce un poco desolada; la mayoría de los locales se encuentran cerrados… excepto por este bar, el cual indudablemente llama la atención por la vida que le ha dado ha esta zona.

Si te mueves por Polanco y te gusta el mezcal, ¡agárrate!, no vas a querer salir de aquí. El concepto es muy parecido al de sus otras sucursales. Quizá una de las grandes diferencias es que no hay tanta gente parada, por lo que hay un ambiente más de “cantina”. Lo demás ya te lo sabes; su tradicional carta escrita en un pedacito de cartón, la rockola que pone ambiente, la llamativa barra decorada con botellitas y juguetes típicos. Y claro, la botanita que nunca puede faltar.

El lugar se llena con gente de todo tipo; estudiantes, oficinistas y uno que otro hipster, todos conviviendo en un ambiente buena onda.

Para beber… obviamente cualquier mezcal de su carta es recomendable, pero si quieres alguna bebida más elaborada el Matatlán de Noche es muy bueno; tiene mezcal añejo, coca y limón ($50) para las mujeres el Diablito(licor de canela con refresco de frambuesa) es buena opción.