“Fidelio” era la palabra clave para participar en las orgías en la cinta Eyes Wide Shut. El diseño de producción de esta película –y en particular, la del salón designado para estas fiestas secretas– fue la inspiración principal para quienes concibieron este antro, hermano del Love.

Es un espacio para 250 personas y tienen el cuidado de no permitir que esté repleto para que los asistentes puedan bailar, beber y enfiestarse a sus anchas. La cabina del DJ tiene dos enormes pantallas con sus respectivos visuales. Los chicos a cargo de la música le dan empuje a la escena electrónica, por lo que escucharás mucho deep house, dance o new disco. Y claro, como buen antro fresa, no falta el pop de Capital Cities, el funk de Bruno Mars, los remixes ochenteros con Madonna, New Order o Depeche Mode.

Tienen dos barras, una de ellas cubierta totalmente con leds. Los tragos favoritos son la Perla Negra –eterno clásico entre los más antreros– y los mezcales, de los que tienen Alipus, Danzantes y Amores. El coctel de la casa es el Chubby Dubby (que también sirven en Love), lo preparan con licor de sandía, absenta y boost. Es el   tipo de tragos para quienes saben que la noche es larga, pero tampoco quieren perderse los primeros rayos del sol.

Siguiendo en la atmósfera de la cinta de Kubrick, hay un privado con candelabros, espejos y sofás, ideales para festejos cumpleañeros o para quienes llegan con ánimo un tanto reservado. Buena parte de los asistentes son veinteañeros, pero es fácil toparse con grupos entrados en sus treinta que saben que un Chubby Dubby o un gin tonic es suficiente para mantenerse a tono.

Te recomendamos hacer reservación, pero si llegas sin planearlo, hazlo temprano, cerca de la medianoche.