Dietrich es un club privado dividido en tres áreas. Al abrir la puerta de la recepción –un pequeño cuarto oscuro donde te deja el elevador– verás el amplio salón del restaurante, en el que se encuentran elementos que buscan recrear la época dorada de Marlene Dietrich –detalles en la decoración y un mural al fondo con fotos de la actriz–.

La siguiente es una terraza con un techo retráctil (que abren demasiado y resulta poco apta para friolentos), una barra de mármol de más de 10 metros y un enorme columpio al fondo. Finalmente, está el cuarto de los espejos (sí, con espejos en paredes y techo), para los que prefieren armar su propia fiesta u organizar un evento privado para grupos de 30 a 40 personas.

La carta de cocteles se la encargaron a Mica Rousseau (Fifty Mills, séptimo lugar en la competencia de bartenders World Class 2016) y es concisa: siete tragos de su inspiración en la que los destilados y los ingredientes de moda se mezclan acertadamente. Pero en la barra de Dietrich se sirven tragos tradicionales y, si llegas con ganas de enfiestar, puedes pedir una botella de Stolichnaya –o lo que se te antoje– a tu mesa.

Al ser un club privado, necesitas membresía. O bien puedes llamar al gerente y hacer una reservación. En su lineup predominan los dj y las productoras mexicanas, cambia cada semana y lo anuncian en su página en Facebook: DietrichMx.