Por: Verónica Chávez Aldaco

Una noche podrías pasar por la avenida Mariano Escobedo y no darte cuenta que un antro llegó a iluminar las noches de la colonia Verónica Anzures.

Es el Toy Garden, ubicado dentro del Hotel Camino Real, justo a un costado del ya tradicional China Grill, que se perfila para darle un nuevo giro a la vida nocturna de la zona. Su nombre está justificado con un muro verde en una de sus paredes, adornado con plantasdurantas, amarantos y lágrimas.

Si logras descifrar el laberinto que lleva al Toy Garden, te encontrarás al pie de la entrada que irremediablemente es resguardada por un cadenero. Traspasar ese filtro es una misión difícil que sólo podrás superar si tu buen gusto para vestir lo convence de dejarte entrar.

Una vez dentro, tendrás una vista completa del lugar, una especie de corredor con no más de ocho metros de ancho, por 20 de largo, en el que no existe una pista de baile como tal, sino un trío de filas con sillones semicirculares estampados en blanco y gris, que obligan a los cuerpos a tocarse mientras se camina por ahí.

La barra es pequeña y muy discreta; se sirve una gran variedad de coctelería a base de bebidas nacionales e internacionales. Para las chicas, está el Mazapán, una mezcla de vodka con este dulce de cacahuate que podría parecer inofensivo, pero del que no te debes confiar. Un Toy Rose con champaña, ron y puré de frambuesa, es un buen acompañante durante la noche.

El Mojito Cucumber a base de pepino macerado, ron, menta, limón y agua mineral, es el preferido de los hombres que a veces intentan verse un poco más arriesgados al pedir el clásico Jade Empress, con tequila, jugo de limón, pepino y un chile jalapeño que le da un ligero sabor picante.

Para picar, las opciones son reducidas, la principal es el sushi que llega al Toy Garden desde el restauranteChina Grill, como el Dragon Roll, de camarón al tempura, cangrejo kanikama, mayonesa y aguacate; el ganador es el Golden Chagon, famoso por combinar cangrejo de alaska con camarón, pepino aguacate y hojuelas de oro.

El ambiente comienza después de las 23:30, cuando los antreros de corazón llegan a invadir el reducido pasillo entre los sillones y está en su máximo esplendor el tenue iluminado en tonos verdes, morados, rosas y naranjas. Si tienes la suerte de ir una noche con cielo despejado, disfrutarás de su techo retráctil que te permitirá ver las estrellas mientras bailas al ritmo de músicaelectrodance poco comercial.

La reservación no es necesaria, pero te asegura uno de los escasos sillones del lugar.