Hip-hop, hip-hop… y más hip-hop es lo que se escucha en este lugar, el cual se ha establecido como una oferta diferente a los antros de la zona.

Un favorito de veinteañeros, quienes cada fin de semana se reúnen para destramparse y moverse al ritmo de sexy beats, por lo que es ideal para ligar. La decoración tiene onda minimalista.

No hay cover y la cadena es bastante relajada; si vas de tenis o con un look de pimp daddy, no habrá problema.

Constantemente tienen promociones y las botellas andan por los 1200. Si quieres mesa, es mejor reservar porque se llena.