Intervinieron este lugar con detalles tan folclóricos como la lucha libre, los cuadros de Frida Kahlo y las películas del Santo. Más allá de las referencias a la cultura popular mexicana, la intención de la decoración kitsch es que te sientas en un ambiente relajado y divertido, típico de cantina. Parte de la utilería son las lámparas en forma de vitroleros que te harán sentir en una fondita con onda. Jamás imaginamos que la moda del mexican curious llegaría a Polanco y se volvería tan popular entre los fresas de la zona.

Si te gusta estar al aire libre tienes dos opciones: su terraza o las periqueras callejeras, cualquiera es agradable. La música es popera; aquí no sólo bailarás rolas de Amanda Miguel sino también podrás cantarlas por que es cantina y karaoke.

Los tragos destacan por su originalidad: tienen un martini de chongos zamoranos, súper rico, que es como un postre envinado para saborear. Si quieres algo para fondear pide sus especialidades en mezcales, o acompaña tus alimentos con las jarras exóticas de clericot, preparadas con ingredientes diferentes a los tradicionales. También hay bebidas artesanales sabor pepino, mango y fresa.

La comida está hecha para antojadizos y amantes de la cocina mexicana: tienen huaraches, tacos, enchiladas, sopes y más.

Ofrecen diferentes promociones como, por ejemplo, los martes los mezcales están al 2×1, para que saliendo de la oficina vayas con tus colegas a divertirte un rato, y los miércoles, parte la semana en dos con cervezas al 2×1.