Cinco soluciones para no vivir en pleito con tu pareja

Si crees que el fin se acerca, tienes que leer esto

iStockA young man and a young female have a big argument . They are yelling at each other.

Diario viven a sombrerazo limpio. Tu pareja y tú están del chongo todo el tiempo y, la verdad, las cosas ya no son como solían ser. Lo único que te pasa por la cabeza es tronar como ejote para besar otras bocas buscando nuevas ansiedades.

Estás en todo tu derecho, pero también hay alternativas para arreglar las cosas, sólo es cuestión de encontrarle el modo. Los problemas no siempre radican en la cantidad de chamba que tienes o en los problemas de tu trabajo. Las cosas pueden ser más simples.

Pero, ¿cuáles son los motivos de pelea más comunes y qué solución tienen? Aquí se los compartimos. 

Un estudio realizado por Jeffrey Dew, de la Universidad del Estado de Utah, reveló que las finanzas son un tema escabroso en las relaciones de pareja. De hecho, quienes discuten sobre este tema por lo menos una vez a la semana tienen 30 por ciento más probabilidades de tronar.

Ahora bien, no es el único tema que hace que las parejas se pongan al brinco, a continuación les diremos qué otros temas propician que las parejas se pongan los guantes y algunas alternativas de solución:

1. La falta de tiempo juntos

Por todos lados escuchamos que la falta de comunicación es el mal de nuestros días, pero nadie nos dice cómo resolverlo. Nos la vivimos correteando la chuleta y nos olvidamos de nuestra pareja. Por la noche estamos tan cansados que sólo alcanzamos a gruñir para comunicarnos con el otro. Y así, ¿cómo? Evidentemente surgen las peleas porque dejamos de comunicarnos de forma positiva. 

¿Qué hacer?: busquen temas de conversación en común. ¿Cómo te fue en el trabajo? ¿qué pasó con lo que te dijo tu jefe sobre tu chamba? No se compliquen ni traten de encontrar soluciones muy avanzadas. Una simple conversación es una excelente forma de encontrar puntos en común y evitar las peleas por cualquier cosa.

2. La falta de tiempo… para uno mismo

O sea, está bien que encuentren tiempo para estar juntos, pero uno también necesita espacio. Ya sea que lo utilicen para ir con los amigos, para irse a sentar solos a un parque o para ir al partido de softball que tanto les gusta (y que al otro le disgusta). El que nunca tengan tiempo para ustedes mismos es otro de los motivos constantes de pelea.

¿Qué hacer?: establezcan un día cada determinado tiempo para que no se vean ni en pintura. Algo tan básico nos puede devolver la felicidad en pareja. Llega un momento en el que necesitamos reencontrarnos a nosotros mismos y olvidarnos del otro. Claro, eso no significa que le pongamos el cuerno, pero ¿qué tal salir con los cuates a reventarnos un ratito?

3. ¡Desconsiderado!

Uno siempre paga las cuentas. El otro siempre lava la ropa. La balanza siempre se inclina hacia un lado y no es pareja la cosa. El eterno pleito entre las parejas.

¿Qué hacer?: así como en el tránsito: uno y uno. Ya sea que dividan las responsabilidades o que se tomen turnos. Tú me pasaste a recoger, ahora yo paso por ti. Tú pagaste el café en la mañana, yo pago el de la noche. El que uno de los dos se sientan abrumado por hacer TODO es motivo de pleitos y de inminentes rupturas. 

4. ¿Y el sexo?, ‘apá

Ah, todo un tema. Al principio, la pasión se desbordaba. Tenían sexo todos los días, se escapaban de la chamba para verse y ahora, después de un tiempo, ni siquiera se acuerdan de esas noches. No hablan de sexo, se van a la cama con sus peores garras y si acaso tienen sexo, dura sólo cinco minutos y es terrible. Obviamente esto genera un sinfín de peleas entre los dos.

¿Qué hacer?: después de muchos años de relación, es común que el sexo no se vea como una prioridad. No les diremos que de golpe y porrazo lo incorporen en su vida, pero les propondremos otra cosa: armen planes más sensuales.

¿A qué nos referimos? A que un día vean una película más cachondona por la noche. A que los dos se arreglen muchísimo para salir. A que vayan a un show para adultos. Es volver a prender la mecha que se apagó hace tiempo. 

5. Tu familia, tus amigos, tus ex…

Según el estudio que les platicamos al inicio, las relaciones que tiene tu pareja también son motivo de pleitos. Y de varios de ellos. Ya sea que sus amigos no te caigan bien, que sigue hablando con la/el ex, que su familia es un bodrio que siempre critica tu peso. La gente que los rodea es un fuerte causal de peleas entre las parejas.

¿Qué hacer?: aclarar el asunto. ¿No te gusta que se siga viendo con su ex? Dile tus motivos y lleguen a un acuerdo. ¿Te molesta que su mamá te diga que estás bien ponchada/o? Habla con tu pareja y dile que eso te lastima. ¿Sus amigos te ignoran? Explícale que te gustaría formar parte de su mundo y no tener que pelear tanto por ello. Seguro hará algo para remediarlo.

Para resumir los cinco puntos: la falta de comunicación es lo que nos parte la mandarina en gajos. Eviten los pleitos cargados de ofensas, comparaciones y humillaciones. El chiste es aclarar las cosas y no llenar la conversación de comentarios negativos, pues así sólo van directo y sin escalas al precipicio.

¿Qué otros motivos son los que ocasionan que peleen muchísimo?

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