Rurru Mipanochia, otra perspectiva del sexo

Conoce la propuesta de esta ilustradora chilanga

La mayoría de las películas porno manejan el mismo lenguaje: senos con implantes enormes (que además ni se mueven cuando están en el ajetreo), mete-saca, mete-saca y dos que tres ideas que puedes repetir con tu novio/a.

Quizá a muchos les prenda esto, pero ¿qué pasa con los que no se sienten atraídos por este tipo de ficción que busca excitar a sus espectadores? Si yo no tengo esos cuerpos, ¿jamás podré aspirar a alcanzar ese nivel de orgasmos?

Almendra Castillo, alias Rurru Mipanochia, no cree que esto sea así. Esta joven ilustradora chilanga, egresada de Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, se ha mostrado a favor de apoyar la diversidad sexual en sus dibujos. 

Sus obras se han expuesto en diferentes partes del mundo como Francia, Alemania, Argentina y Estados Unidos.

La entrevistamos y esto fue lo que nos platicó:

Vamos a echarnos un palito

“Siempre me ha llamado la atención toda la cuestión sexual. Cuando estaba en la universidad no tenía un estilo propio, me la pasaba haciendo réplicas. Al finalizar, hice mi tesis sobre Porno, Arte y Erotismo; me metí de lleno con la mitología griega, romana y japonesa.

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(Rurru Mipanochia)

“Tras leer el libro de Pecar como Dios manda, que me recomendó mi maestro de foto, conocí varios ritos de las civilizaciones mayas y nahuas. En especial, me llamó mucho la atención una fiesta para bordadoras y pintoras. Antes de la fiesta se metían al Temazcal y después confesaban sus ‘pecados’ sexuales. Por cada falta les clavaban una espina de maguey en la lengua. Y de ahí viene la frase: ‘vamos a echarnos un palito'”, nos platicó. 

Este rito fascinó a Rurru y de ahí se puso a investigar más sobre esas culturas. Descubrió que los huastecos fueron los más sexuales de Mesoamérica. 

Así que saber todo esto la hizo idear una quimera, como ella mismo lo describe, con cuerpos de personas y cabezas de deidades de la sexualidad como Huehuecóyotl, Tlazoltéotl y Macuilxochitl. Así que nada improvisado el asunto.

A favor de la diversidad

“Todos mis personajes tienen prótesis o están amputados; pues me gusta mostrar todo tipo de belleza. También reflejan diferentes gustos sexuales, pues me parece importante hacer notar que cada quien es libre de experimentar su sexualidad como mejor le plazca”.

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(Rurru Mipanochia)

Le preguntamos sobre el porno y sus millones de constantes; esto fue lo que nos contestó: “no me gusta encajonar la onda explícita sexual como porno. Creo que el porno depende de cada uno. Por ejemplo, puede excitarme la zoofilia (o sea, no es que me excite), pero para mí eso sería porno. Y lo que nos han dicho que es porno sólo ha sido una forma de meternos un estereotipo de belleza y de cómo ejercer tu sexualidad. Te venden un cuerpo. Alguna vez escuché decir a una amiga que su novio ya no se ha de excitar tanto porque no tengo ese cuerpo y eso no está padre”. 

Ella resalta la importancia de las personas que presentan la pornografía lejos de todos estos conceptos prefabricados.

Entre sus proyectos está meterle a la animación y continuar con esta protesta contra lo que nos han vendido como el deber ser de la sexualidad.

Para contactarla pueden escribirle a [email protected] o a través de su Facebook, Twitter o su sitio. 

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