Bueno, a ver, al pan, pan y al vino, vino. Cuando estás con tu pareja, la pasión arrebata, sale tu alter ego, el ‘ello’ que se libera de tapujos y de prejuicios… o al menos así debería ser el asunto, porque en realidad muchos guardamos silencio por no decir qué es lo que nos gusta o lo que no nos gusta, ‘no vaya a ser que piense que estoy loca’, ‘¿qué tal que me deja?’. Ash, insisto, por eso tanto neuras al volante.
Una de las prácticas que más controversia genera es la llamada, eh… por decirle de alguna forma valiéndonos de eufemismos: sexo por la puerta trasera. Y es que cuando tu pareja te lo pide, te detienes y comienza a sonar el score de Psicosis: ‘¿pero cómo se te ocurre?’.
Bueno, calma, lee estas curiosidades sobre esta práctica y ya ustedes decidan si le meten o no.
Entrevistamos al maestro Arturo Vera Martínez, psicólogo especialista en sexología y terapia psicosexual y la verdad es que nos sacó de muchas dudas.
¿Es recomendable esta práctica para las mujeres?
Aún existen muchas personas que creen que este tipo de sexo sólo se realiza entre hombres a los que les atrae su mismo sexo, lo cual es falso, pues no a todos ellos les gusta e incluso a muchos hombres heterosexuales les agrada esta sensación. Es importante mencionar que esto no cambia la orientación sexual de la pareja. Respecto a si es recomendable o no para las mujeres, en principio no se recomienda que una persona tenga una práctica sexual si no le gusta, más bien cada mujer debe decidir si quiere hacerlo según sus gustos sexuales.
En cuanto a la cuestión médica, se sugiere que para evitar infecciones no se tenga penetración vaginal o sexo oral después, ya que aunque parezca de sobra decirlo, esta parte del cuerpo tiene muchas bacterias que pueden ser peligrosas para la vagina o para la boca. Así que lo mejor es usar un condón, tirarlo y seguirle o bien, lavarse como dice Pin Pon ‘con agua y con jabón’ antes de explorar otras cavidades.
¿Qué razones fisiológicas responden para que las personas sientan placer al estimular esta zona?
La zona perianal es una zona muy sensible tanto para hombres como para mujeres. Los hombres sienten placer con la estimulación de la próstata. En ambos sexos llegan al orgasmo al tocar también otras zonas. En realidad, es una cuestión que basa su importancia en el hecho de experimentar cosas nuevas con la pareja, explorar nuevos métodos que vayan más allá del coito ‘vulva/vagina – pene’,
(Claro, siempre y cuando ambos digan: ‘órale, va’).
¿Qué se aconseja para que sea más placentero?
(De principio, como en cualquier otra pose, como quien dice, el cachondeo es básico).
El tabú surge a partir de la concepción de esta zona como sucia, ya que su única función es defecar, por lo que se recomienda que antes de comenzar hay que mantenerla limpia. Incluso hay personas que optan por un lavado rectal para que no queden residuos o no se ensucien durante la práctica. Posteriormente, es importante sensibilizar esta área, sobre todo alrededor, ya sea con los dedos, con caricias sexo-bucales, que generan un acercamiento con la pareja, o con cualquier otro objeto, lo cual le dará confianza a la persona. Para realizar la penetración se sugiere utilizar un lubricante, ya sea de los que venden en las farmacias o de los que se pueden encontrar en sex shops, ya que esta zona no lubrica de forma natural. Igualmente, la autoexploración es básica, así podrán saber si les gusta esta práctica y tener mejores acercamientos con su pareja.
¿Qué riesgos existen con esta práctica?
Hay que recordar que el ano no es tan elástico como la vagina, por lo que si se penetra de forma intempestiva puede generar mucho dolor en la persona. Existe el riesgo de fisuras o fístulas anales y puede haber sangrado que ponga en peligro la salud de la persona. De igual forma, como se mencionó previamente, puede haber riesgo de infecciones o incluso hemorroides.
Para más información sobre cualquier otro tema relacionado con tu sexualidad comunícate a los teléfonos 5527-5396, 04455 5437-9213 o a los correos [email protected] [email protected]. El maestro Vera ofrece 50% de descuento en la primera consulta a quienes presenten este reportaje impreso.
