Todo sobre eyaculación femenina

¿Voy a llegar al cielo?

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Ah, ese momento de gloria, cuando sabes que, tras una ardua labor, estás a punto de llegar, instante en el que te das cuenta de que expulsaste líquidos corporales que no creíste que fueras capaz de expulsar. La eyaculación femenina (también conocida como squirting) es un tema sujeto a discusión que ha dividido a la banda: algunos creen que es producto de incontinencia urinaria y otros, como Francisco Cabello, sexólogo y psicólogo considera que es la puritita realidad.

¿Les ha pasado? ¿No? ¿Sólo lo han visto en algunas porno? Ok, como haya sido, aquí intentaremos resolver tooodas sus dudas. Vamos por partes:

¿Cómo funciona?

La eyaculación femenina no es algo tan común, ya que depende de las aperturas de la glándula de Skene (una sarta de glándulas uretrales ubicadas cerca del Punto G), que varían de tamaño entre las mujeres y así como las puedes llegar a expulsar, a veces el efecto puede ser retrógrada: o sea se van pa’ dentro (como también sucede con algunos hombres). Resulta que estas glándulas se llenan de un líquido compuesto por glucosa, fructosa y fosfatasa ácida prostática y, con el cadereo, la pelvis se contrae, ejerce presión sobre algunos órganos, se rebosa y hace que salga todo el asunto.

¿Cómo la consigo?

Todo se resume en una palabra: clítoris. Ese bendito punto que muchos/as no tienen la menor idea de cómo tocar para que una llegue a volar por los aires. Aquí todo radica en una buena estimulación, pues de ello depende que la chica en cuestión esté excitada y consiga que sus glándulas parauretrales se llenen de este fluido. Ya, calma, tenemos todas las soluciones para ustedes, pasen por aquí.

También puede ser a través de la estimulación del Punto G. Si la chica está acostada, éste se ubica a 3 o 5 centímetros adentro de la vagina, sobre la pared frontal. Se recomienda colocar el dedo índice adentro y subirlo hasta que toque la pared frontal haciendo un movimiento de: ‘come to here pa’cá’. El ritmo y la constancia son muy importantes, así que no se les ocurra hacer malabares ahí dentro porque se va a fregar la cosa. Una vez que la chica comience a lubricar, se puede incrementar la frecuencia del movimiento del dedo, e incluso meter otro, eviten -eso sí- meter los dos de golpe.

Después, pueden recargar el dedo pulgar sobre el clítoris (nadie les dijo que detuvieran los dedos que ya estaban dentro), no paren, en algún momento pueden conseguir la eyaculación femenina, el tiempo que pase dependerá de la chica. Ojo: deben cortarse las uñas y tener los dedos limpios, o bien, utilizar condones para dedos, para evitar bacterias. 

¿Llegaré al cielo?

Se preguntarán si quienes experimentan esto tienen orgasmos mucho más placenteros, no, en realidad esto va más relacionado con una situación fetichista: ¿a quién no le prendería ver que a su chica le sucede esto? La eyaculación femenina es una de las tantas virtudes del sexo y las mil maneras de hacerlo diferente.