Muñecas inflables, ¿el símbolo del forever alone?

Aquí te damos sus pros y contras

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Es muy común retratar a un forever alone sin futuro en un cuarto, lleno de Cocas vacías en suelo, con una enorme panza sentado en un sillón. Eso sí, junto a él se ve una muñeca inflable sentadita a un lado para hacerle compañía al brother.

Pero, ¿a poco sólo es un juguete que utilicen los solitarios sin amor?

Entrevistamos a Alejandra Pineda, dueña de Contacto Condonería, y nos platicó algunas cosas para desempolvarnos la mente y abrirnos a otras posibilidades para introducir en el juego previo o cumplir fantasías.

La historia

Resulta que en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, a Hitler le preocupaba que los soldados que se estaban jugando el pellejo por cumplir el sueño nazi contrajeran enfermedades de transmisión sexual. ¿Y cómo? Bueno, pues armaron el proyecto Borghild

Éste consistió en crear una muñeca inflable que, obviamente, debía ser el prototipo de la mujer aria: werever, blanca y de ojos azules. Ésta debía incluirse en sus mochilas donde guardaban artículos de primera necesidad. 

Al final el proyecto se cebó porque la fábrica que las iba a manufacturar fue bombardeada, pero bueno, es por aquellos tiempos en los que se comenzó a idear el concepto de las muñecas inflables para satisfacer las necesidades sexuales de las personas.

Aquí le traemos su fantasía sexual

Alejandra nos comentó que desde la Condonería se concibe a las muñecas inflables como un accesorio para satisfacer ciertas fantasías. ‘Promovemos el uso de cualquier tipo de juguete para estimular el placer sexual y la creatividad siempre y cuando sea de mutuo consenso con quien o quienes se vaya a tener relaciones’.

Los precios varían desde 500 a 50,000 pesos, todo depende del material y las características que tengan las muñecas. Eso sí, no crean que sólo hay tuercas, sino que también hay tornillos. Variedad para todos los gustos.

Pros

– Las partes claves como vulva, vagina, boca y ano están hechas de real flesh, un material muy similar a la piel humana, lo cual les da una textura bastante chida.

– Son útiles para quienes se han vuelto un poco retraídos para ligar. Se puede ensayar cómo actuar de forma erótica con otra persona sin que sustituya una relación personal.

– Como cualquier otra fantasía, mientras no se lastime a nadie, sea higiénico y que ambos accedan, todo se vale.

– No tienes que comprarle un regalito por su cumpleaños, no habrá pleitos ni discusiones por el lugar al que saldrán el fin de semana. 

– Practicidad. Sí, para todos aquellos que gusten del sexo casual sin tanto lío, una muñeca inflable puede ser una buena opción. No se espanten, no estamos sustituyendo la magia del ligue y de la conquista, simplemente hablamos de la satisfacción de una necesidad. Punto. Digamos que son como las sopas Maruchan; un poco de agua caliente y listo. 

Contras

–  Cosificación de la mujer. Posoye, no es como que una esté siempre dispuesta para planchar o para satisfacer a alguien más.

– El placer no necesariamente viene de otra persona, se pueden emplear otros recursos como la masturbación.

– Muchas de las muñecas importadas no tienen una apariencia muy estética que digamos. De hecho algunas tienen rebabas de plástico. Ojo, por eso hay que fijarse que tengan todos los permisos de importación, no vaya a ser que por ahorrarse una lana, se compren una de 20 pesos que muy probablemente contenga ftalatos, una sustancia cancerígena presente en los juguetes sexuales chafas.

– Se puede desinflar. Pues sí, un pinchazo con algún movimiento brusco y todo se acaba.

– La falta de calor humano. El apachurro, el cachondeo, todo eso que viene antes de una relación sexual. ¿A quién no le gusta que le hagan piojito de vez en cuando?

Así que ya saben, logran cumplir con su cometido, pero les falta la chispa adecuada. ¿Ustedes qué opinan? ¿Le entran o le sacan? Si desean contactar a Contacto Condonería, aquí les dejamos su Twitter, Facebook, correo: [email protected], teléfonos: 5659 8726 y 04455 1839 4879.

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