Molido… ¿y tu pareja quiere sexo?

No hay motivo para negarse

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El viernes sales de la oficina abatido. No eres ese muchacho/a que entró como un guerrero dispuesto a cambiar el mundo. A las 8 de la noche ya eres un trapo, sin voluntad, sin ánimos ni esperanzas. Quizá a la salida te tomas la última taza de café sólo para despejarte un poco y no tomar otra dirección en el metro o despertar en la estación terminal. 

Una vez que llegas a tu casa, ves un camino de velas, rosas y la cena lista. Tu pareja te recibe con beso, abrazo y apapacho. Sólo le devuelves el gesto por amabilidad, pero dentro de ti no hay fuerza alguna que te permita ponerle toda la noche. Vamos, ni siquiera para echarte un faje o un rapidín. Nada, caput. 

Y entonces conoces a la fiera enjaulada. Tu pareja te echa un discurso al que tratas de ponerle atención de la mejor manera posible. Entre las palabras que se te quedan grabadas están “nunca tenemos sexo”, “alejados” y la peor frase de todas: “me voy a buscar a alguien más”.

Y ahí sí, ardió Troya. ¿Cómo puede ser posible que se le ocurra irse con alguien más? Yo, que le he dado tanto. Pues sí, tú. Que a últimas fechas no le has dado nada y que ya se cansó de tus evasivas y de tus negativas.

Pero, ¿cómo recuperar esas fuerzas para poner a rechinar el catre toda la noche? No puedes renunciar a tu trabajo y mucho menos decirle a tu jefe que le baje dos rayitas a su nivel de intensidad. Así que para ayudar a despejarte y tener un poco más de fuerzas, aquí te pasamos algunos sencillos truquitos que podrían darte un poco más de vitalidad a la hora de la hora.

Ráscate la cabeza

Así, nomás ráscala. Un estudio publicado en el Journal of Investigative Dermatology, dirigido por el dermatólogo Gil Yosipovitch, reveló las bondades de esto. Resulta que la piel y el cerebro están íntimamente ligadas, por lo que cuando te rascas la cabeza no sólo obtienes una reacción local de alivio sino que también activas ciertas áreas cerebrales relacionadas con la memoria y el placer, además de suprimir las sensaciones de dolor. 

De igual forma, rascarse la cabeza ayuda a que fluya la sangre hacia el cerebro y le da una especie de estáte-quieto a las neuronas que han trabajado mucho durante el día. La idea es que te rasques justo donde termina tu cabeza y comienza tu columna, de manera que estimules los nervios espinales que conectan con tu cerebro. De esta forma estarás más alerta y con más ganas de echarte un quienvive con tu pareja.

Come un plátano

El famoso tenista Rafa Nadal se empaca un plátano en sus partidos. ¿Por qué? Bueno, pues porque contiene potasio y magnesio que ayudan a bajar los niveles de estrés y a mejorar la calidad del sueño. Igualmente es una bala en la regeneración muscular, así que si quieres durar y durar, el plátano es tu primera opción.

Mastica un chicle de menta

Además de que ayuda a que no te apeste la bocina, la menta estimula la circulación sanguínea. Y bueno, recordemos que el flujo de la sangre tiene un papel muy importante en el sexo…

Además de ello, un estudio realizado por el Departamento de Psicología en la Universidad de Coventry concluyó que mascar un chicle reduciría la somnolencia durante el día, incluso estando en un lugar completamente oscuro. Cuando los 30 participantes de esta investigación masticaron un chicle, se les solicitó que ingresaran durante 11 minutos a un laboratorio sin luz. Esto hubiera hecho que se quisieran echar una pestañita, pues estaban muy cansados. Pero no sucedió, ya que gracias a los efectos del chicle pudieron mantenerse despiertos. 

Báñate con agua fría

Un buen baño no hace daño, así que si tu pareja se pone cariñosa y tú quieres dormir, métete a la regadera. Trata de bajar la temperatura lo más que aguantes, esto te ayudaría a alivianar la fatiga que traes pues reactivaría la circulación sanguínea. No en vano se dice que cuando te das cuenta de algo es como si te cayera un balde de agua fría. Tu mente se despeja y estás más alerta. 

Pero no sólo esto, si tu pareja y tú quieren hacerle un encarguito a la cigüeña, el agua fría es su aliada. Sus efectos en el cuerpo del varón aumentan la testosterona y con ello se incrementa la producción de espermas.

Tómate un té verde

Quizá te parezca remedio de abuelita, pero en verdad funciona. Ahora se ha puesto de moda esta bebida, pero no sólo por su sabor sino por sus beneficios. Tiene una gran cantidad de antioxidantes, lo cual ayuda a que el envejecimiento vaya a pasos de tortuga. Además, aquí viene lo mejor: tiene capacidades estimulantes puesto que contiene cafeína, lo cual evitará que te quedes dormido a mitad de la faena.

Ríe

Cuando sueltas una carcajada, tu cerebro libera endorfinas. Estas sustancias te liberan del dolor tal como lo hacen los opiáceos. Así que si la silla que tienes en tu oficina te dejó la espalda hecha pomada, y por consiguiente, le temes al sexo, dile a tu pareja que se echen un round de buenos chistes. Además de generar complicidad entre ustedes, les ayudará a preparar el terreno para caderear un rato.

¿Se dan cuenta? No hay motivo, razón ni pretexto para no ponerle Jorge al niño cualquier día. El cansancio dejó de ser una excusa para olvidarse del sexo. Así que vayan, prediquen con el ejemplo y nos cuentan cómo les fue en la feria.

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