¿Cómo diablos se usa el potro del amor?

Te decimos de una vez por todas cómo sacarle provecho

Hace poco nos lanzamos al Hotel y Villas Franklin que nos recomendó Hoteles Kinky. Nos tocó una habitación con el potro del amor (ese mueble que tiene curvas), pero la verdad, no tuvimos la menor idea de cómo usarlo. Para no dejarlo pasar, si acaso le hicimos al cuento y sólo logramos hacer una o dos posiciones, pero al final preferimos lanzarnos a la cama a continuar con la faena.

Como no queremos que a ustedes les pase lo mismo, pues nos gustaría que le saquen provecho a la lanita que inviertan en el motel, les pasamos al costo las posiciones que pueden hacer en este famoso mueble:

Para verte mejor

En esta posición el chico/a se coloca abajo y ella/él, arriba. Quien permanece sentado se levanta hacia su pareja, de manera que la penetración y la cercanía es mucho mayor. 

96596Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Crédito: Alejandro Cervera Pacheco)

El martillo

Él (o ella con un strap-on) se coloca sobre el potro mientras que su pareja se coloca encima. Quien permanece abajo se agarra de la cintura y de la cadera y quien está arriba tiene todo el control de la situación. A darle que es mole de olla.

96573Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

Mirando a las estrellas

Él o ella se coloca abajo y su pareja arriba. Pero en esta posición, los dos deben recostarse. Aquí puede haber fácilmente penetración vaginal o anal libremente.

96576Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

Relajados

Tu pareja se coloca recostado/a sobre el diván. Tú también, del otro lado. Podrán moverse sin tanto esfuerzo. La misma posición del potro les ayudará a darse impulso.

96577Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

De perrito

Nuestra consentida. Uno de los dos se coloca de espaldas sobre el potro. El otro ataca por detrás. Que tire la primera piedra quien no se considera fan de esta posición.

96578Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

Misionero desde las alturas

Quizá se vea un poco intrépida, pero una vez que lo prueben sabrán lo que es bueno. Uno de ustedes se coloca de espaldas sobre la parte más alta del mueble. El otro debe tomarte de las piernas para poder comenzar la acción. La penetración es MUCHO más intensa.

96579Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

No huyas

Es quizá parecida a la anterior. Tiene la ventaja de poder practicar sexo anal con toda la tranquilidad del mundo. Ambos podrán controlar sus movimientos y las sensaciones serán mucho más intensas.

96580Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

Bésame, bésame mucho

Una chulada para practicar sexo oral a las chicas. La misma curvatura del mueble hace que tu cuerpo quede cerca de tu pareja y pueda darle vuelo a la hilacha. Nada de cojines u otros aditamentos, con esto ya la hicieron.

96581Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

Cómodo tú, cómodo yo

Ahora bien, esta posición es muy práctica para hacerle sexo oral a tu chico. Ambos están cómodos y no hay riesgo de que alguno se canse por dolores de espalda a mitad de la sesión. (Nos han contado que eso a veces sucede).

96582Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Crédito: Alejandro Cervera Pacheco)

Amor por Detroit

Si el beso negro es lo suyo, el potro del amor les hará justicia. Sólo es cuestión de colocarse en la parte superior para que descansen el resto del cuerpo, y que sus parejas les hagan válida la oferta.

96583Crédito: Alejandro Cervera Pacheco
Crédito: Alejandro Cervera Pacheco (Alejandro Cervera Pacheco)

¿Qué les parecieron? ¿Con cuál van a empezar?

También lee:

— Leonardo DiCaprio viene a la Ciudad de México

— Tenis de rockeros que matarías por tener.

— El verdadero gentilicio de los capitalinos.