Por: María José Alegret

En el argot golfista, el hoyo 19 es la última parada del jugador cuando acaba su partida. Amigos, caballitos de tequila y plática informal es lo único que se necesita en esta nueva propuesta gastronómica que fusiona ese concepto, pero poniendo mucha más atención en la comida. 

Te dan la bienvenida con frijoles recién hechos. Para arrancar: un carpaccio de alcachofa o unos taquitos de pato con cebolla caramelizada. A la hora del plato fuerte, no dejes de pedir el filete de res bañado en salsa de tuétano y puré de papa. Dale sazón a tus platillos con una de las salsas molcajeteadas en tu mesa. ¿Recomendación? No le saques a la extrapicosa de chile de árbol con jitomate. 

De la charola de postres, escoge la macetita: mousse de carajillo y Oreo triturada. Te va a hacer regresar. 

Las paredes están tapizadas de libros abiertos y la extensa barra, de botellas. Pide uno de los cocteles de la casa o aprovecha la bebida a domicilio: un carrito de gin que visita la mesa. Si tienes suerte, hay lugar en la terraza; área de hookah y DJ. Acompaña tus drinks con uno de los juegos en bodega: backgammon, cartas o cubilete.